A las diez y veintiún minutos de la mañaña comienza un otoño que se prolongará hasta el próximo martes 22 de diciembre, fecha en la que el invierno le tomará el relevo tras una duración total de la estación de 89 días y 20 horas. Atrás queda el segundo verano más cálido, tras el de 2003, desde que se comenzaran a registrar metódicamente las temperaturas allá por el año 1953.

Y comienza con la inestabilidad propia de estas fechas. Tal y como predijo ayer la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Balears, María José Guerrero, la entrada del otoño vendrá acompañada de "cielos nubosos, lluvias débiles y un acusado descenso de las temperaturas" que, precisó, será de hasta 8 grados centígrados menos en el norte y de unos 4 grados en la zona más meridional de la isla. Así, pasaremos de los valores máximos registrados ayer, entre 28 y 31grados, a los 23 y 24 grados hasta los que subirá el mercurio en las zonas más septentrionales durante el día de hoy.

La delegada también señaló que la temperatura del mar ha alcanzado este estío hasta cuatro grados por encima de lo habitual en estas fechas, situándose en julio y agosto en torno a los 29 grados centígrados. Y en este mes de septiembre todavía está a unos 25 grados cuando lo normal sería entre los 23 y 24. "Esta temperatura del mar por encima de lo habitual puede ser un factor que favorezca, por las perturbaciones meteorológicas propias de estas fechas, precipitaciones más intensas", advirtió María José Guerrero.

Pero, en general, el otoño que hoy comienza será más cálido de lo habitual y normal en lluvias, precisaron desde la AEMET. Y abundaron que si la temperatura media en el trimestre octubre-diciembre suele alcanzar los 19 grados, para este otoño se prevén valores medios ligeramente superiores. Guerrero detalló que cuando hablaba de precipitaciones "normales" se refería a un volumen de unos 214 litros por metro cuadrado en toda la estación.

La delegada recordó que el otoño es un periodo de transición entre el verano y el invierno en el que se intercalan situaciones anticiclónicas (los veranillos de los Arcángeles) con el paso de borrascas que, en ocasiones, pueden traducirse en tormentas fuertes localizadas acompañadas de lluvias torrenciales, granizo, vientos fuertes, caps de fibló y trombas marinas. En la segunda parte de la estación, los días nubosos y lluviosos serán cada vez más frecuentes y las precipitaciones trocarán la intensidad del inicio del otoño para pasar a ser más generalizadas en noviembre, mes en el que se producirán las primeras heladas que anunciarán la inminente llegada del invierno.

Tras analizar el otoño, Guerrero se ocupó del ya pasado verano, del que dijo que ha sido muy cálido y lluvioso gracias a las intensas precipitaciones registradas a partir de la segunda quincena de agosto. Así, habló de un julio muy seco y caluroso en el que se han batido varios récords, como los registrados en las temperaturas medias en Porto Pi (28,2 grados), Porreres (28,4) o sa Pobla (27,8).

O la ola de calor registrada entre entre el 4 y el 7 de julio cuando el mercurio alcanzó los 39,8 grados en sa Cabaneta (4 de julio) y en Pollença (el día 7 del mes). Aunque la temperatura más alta del verano se alcanzó el 14 de julio en Sóller (40,3 grados), localidad que también padeció la mínima más alta en la que el mercurió no bajó de los 29 grados la noche del 4 julio.

O el récord alcanzado en lo que a noches tropicales se refiere (en las que el mercurio no baja en ningún momento de los 20 grados) en el aeropuerto de Palma, estación en la que si lo habitual es tener siete noches con estos rigores, el pasado julio esta circunstancia se repitió en, ¡22 ocasiones!

O las intensas precipitaciones registradas desde la segunda quincena de agosto y comienzos de septiembre que han convertido a este verano en lluvioso pese a un inicio muy seco. Guerrero habló de precipitaciones estivales en todas las islas superiores en un 55% a lo habitual y de los récords de lluvias en tan solo 24 horas registrados el día 3 de septiembre en Sant Lluís (137 l/m2) y el 4 de este mes en Palma Porto Pi con 124 l/m2, cantidad que supone el doble de las precipitaciones normales en un mes de septiembre y en la que el granizo también batió récords por su diámetro: 5 centímetros.