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Entrevista

Mercedes Vacas: "Sant Joan de Déu tiene solidez y el temor por los recortes ya ha pasado"

"Sant Joan de Déu es un centro de referencia en personas con daño cerebral y con lesión medular". Guillem Bosch

-Lleva once años al frente de Enfermería de Sant Joan de Déu, una etapa en la que el centro ha crecido y se ha consolidado.

-Me incorporé en 2004 y estaba ya en proyecto colocar la primera piedra del edificio anexo, además del proyecto de remodelación y asistencia, con el enfoque de la atención integral. Ha sido un constante cambio. La estructura física se ha ido ampliando, primero con el edificio anexo inaugurado en 2007 y después con la remodelación de la parte antigua. El pasado año acabamos la última fase y el hospital ya está totalmente remodelado. Paralelamente a la remodelación física se ha ido aumentando y mejorando la actividad, consolidando el modelo asistencial y el modelo de gestión centrado en la búsqueda del nivel de calidad. Al final, donde se ve la calidad es en el día a día, en los cuidados cotidianos.

-¿El traslado de Son Dureta a Son Espases ha sido el trabajo más complicado al que se ha enfrentado?

-Cuando se iba a poner en marcha el traslado, el equipo que había me conocía por haber participado en las aperturas de los hospitales de Manacor y de Son Llàtzer. Me pidieron colaboración en esa etapa. Lo cierto es que quedé muy satisfecha. Trabajaron muchos grupos en el traslado y estaba todo muy bien atado. Se hizo pensando siempre en la seguridad de los pacientes y la colaboración de todas las instituciones fue extraordinaria. Es de esos trabajos que no se olvidan facilmente.

-Fue durante el segundo Pacto de Progreso. Ahora que la izquierda ha vuelto al poder autonómico, ¿le ofrecieron en algún momento algún área de responsabilidad en la Conselleria?

-Siempre he tenido muy buena relación con todos los que han estado al frente de la Conselleria, fuera cual fuera el Govern. Siempre me he ofrecido a colaborar en todo lo que podía. Lo que pasa es que en esta etapa de mi vida donde quiero estar es en el Hospital Sant Joan de Déu. Para mí es muy importante seguir aquí. Sabían que era esto lo que quería y ya no hubo lugar a que se me ofreciera nada.

-La presidenta Francina Armengol recurrió a otra enfermera para colocarla al frente de la sanidad balear. ¿Qué opina del tándem Patricia Gómez en la Conselleria y Juli Fuster en el Ibsalut?

-Los conozco porque he trabajado con ellos y tengo muy buena opinión de ambos. Con la consellera coincidí en Son Dureta y hemos trabajado juntas en muchos proyectos. Siempre hemos tenido una relación extraordinaria. Hemos compartido mucho la implicación y el compromiso con la gestión. Joan Carulla, gerente del hospital, y yo tuvimos una reunión con Gómez con el fin de presentarnos y ponernos a disposición. Ella nos trasladó que le gustaría seguir contando con nuestra colaboración en todos los sentidos.

-¿Qué necesidades plantearon a la consellera?

-Tenemos un presupuesto asignado fijo. Ahora ha habido un período con un paréntesis en el que, quizá por el cambio de Govern, no se nos han derivado pacientes quirúrgicospacientes quirúrgicos y ha habido un descenso de la actividad en este ámbito. Nos gustaría volver a la actividad anterior, máxime teniendo en cuenta que hay lista de espera quirúrgica. Tenemos nuestros tres quirófanos de cirugía ortopédica y traumatológica y personal preparado.

-¿Qué opina de las críticas que ha provocado el que la consellera Gómez designara a su marido para llevar las riendas del Ibsalut?

-Son temas sobre los que no me gusta opinar. A mí no me sorprendieron estos nombramientos porque los dos son muy buenos profesionales.

-¿Ha notado muchos cambios desde que el hospital se integró en la red pública sanitaria?

-Siempre hemos tenido vocación de servicio público y nos hemos sentido como un hospital público, por lo que eso era de algún modo como ratificar aquello que ya estábamos haciendo. Los hospitales de la Orden son sin ánimo de lucro y siempre nos hemos adaptado a las necesidades."Me cuesta aceptar las denuncias de malos tratos de enfermeros. Siempre he visto buenos comportamientos"

-¿En qué medida han afectado los recortes a Sant Joan de Déu?

-Nos afectó igual que a todos, en el sentido de contar con unos presupuestos ajustados. Pero siempre estamos abiertos a que, por ejemplo, nos manden más pacientes cuando se necesita. Somos muy flexibles. Hemos mantenido el mismo número de trabajadores. El pasado año tuvimos que cerrar los quirófanos porque nos dijeron que debíamos limitar la actividad, pero en enero ya hubo el compromiso de abrir de nuevo todo.

-¿De cuántas camas dispone Sant Joan De Déu?

-Tenemos 200 camas disponibles, aunque abiertas están 160. La práctica totalidad de pacientes nos llega de las derivaciones de los hospitales, sobre todo Son Espases y Son Llàtzer. Hace años que obtuvimos el sello europeo de calidad. Ahora mismo trabajamos aquí 85 enfermeros, el 78% de ellos fijos.

-¿Ha pedido alguna vez que se contraten más enfermeros?

-No. Creo que somos suficientes. No ha habido problemas de falta de personal. Siempre se ha valorado que haya el número necesario de profesionales para atender adecuadamente a los pacientes."No me sorprendió que Gómez fuera consellera y Fuster dirija el Ibsaltut. Son muy buenos profesionales"

-Estudiantes de enfermería que hacen prácticas en los hospitales y residencias de las islas han denunciado casos de maltrato o de trato inadecuado por parte de enfermeros a los pacientes.

-Yo he estado en todos los hospitales de Balears y en todos se atiende bien. A veces la burocracia o fragmentación puede hacer que en alguna cosa no se cumplan todas las expectativas de las personas. Pero creo que todos los profesionales que nos dedicamos a la salud tenemos claro la vocación de servicio y me cuesta aceptar esas denuncias porque siempre, en general, he observado buenos comportamientos. De hecho, la profesión de enfermero es de las mejores valoradas. Eso no significa que no debamos seguir mejorando. La humanización de los cuidados viene dada muchas veces por la personalización. Que mires a los ojos y llames por su nombre a una persona es muy importante. A veces, cuando el número de urgencias por ejemplo es muy elevado, estas cosas pueden llegar a no hacerse. La propia organización, los ratios de pacientes, si te faltan los recursos y equipos adecuados puede hacer que en ocasiones no puedas dar todos los cuidados como quisieras. También influye la motivación y la formación. Todo influye en la calidad de los cuidados que todos deseamos dar.

-La cartera de servicios de Son Sant Joan incluye geriatría, cirugía ortopédica, traumatología, rehabilitación y cuidados paliativos y especiales. ¿Cuál es la más difícil para los enfermeros?

-En su momento cambiamos la visión y ahora hablamos de ser un hospital referente en aquellos procesos que mejoren la funcionalidad y promuevan la autonomía de las personas, en lugar de hablar de nosotros como referentes en esas áreas. Nuestra mirada es la de cuidar todo para que la persona recupere la funcionalidad si es posible y, en caso de que no lo sea, ayudarla a adaptarse, además de promocionar la autonomía. Por eso todas las áreas son igual de importantes. Este es un hospital muy cuidador. Todos somos necesarios, dentro de un enfoque integral. Incluso integramos la atención espiritual como una manera de ayudar a la persona a superar su situación, a que no pierda la esperanza."Hemos tenido un descenso de pacientes quirúrgicos en

Sant Joan de Déu, quizá por el cambio de Govern"

-¿Qué imagen cree que tiene la sociedad mallorquina del Hospital Sant Joan de Déu?

-Los que no han tenido una experiencia directa no saben bien cómo es, pero los que han sido atendidos o que han tenido a un familiar aquí ingresado, en general tienen muy buena imagen del hospital, como un centro moderno, con calidad y equipos con la última tecnología. Además hay mucha estabilidad en las personas que atienden a los pacientes en quirófanos, lo que nos permite introducir mejoras cada día. Son unos quirófanos muy eficientes y con un elevado nivel de calidad. Yo invitaría a quienes no nos conocen a venir, a pasearse y hablar con la gente, a ver cómo se dirigen los profesionales a los pacientes... Se sorprenderían.

-Son centro de referencia en neurorrehabilitación.

-Sí, en personas con daño cerebral y también en personas con lesión medular. Hace poco se creó esa unidad para hacer el seguimiento de personas afectadas por una lesión medular y está funcionando muy bien.

-¿Cuáles son las principales necesidades del hospital?

-Nos gustaría tener ocupadas las 200 camas de las que disponemos. Las 160 ocupadas son las que están dentro del presupuesto. En épocas de la gripe por ejemplo, cuando hay mucha presión en Urgencias, se nos suele pedir que las abramos. Ahora tenemos como presupuesto 22 millones y medio. Teniendo en cuenta el esfuerzo de inversión que se ha hecho, nos gustaría una estabilidad que nos permitiera programar la actividad quirúrgica a lo largo de todos los meses del año. Lo que pasa es que tampoco queremos perder la flexibilidad que nos caracteriza. También apostamos fuerte por la formación de los profesionales. Cada mes tenemos dos o tres actividades formativas.

-Dice que se sienten un hospital público más, pero tiene aspectos diferentes desde el momento en el que pertenece a la Orden Hospitalaria. ¿Influye mucho en el tipo de atención?

-Yo creo que influye más la transmisión de valores. Tenemos muy arraigados unos valores que a su vez son muy propios de la enfermería. La hospitalidad, acoger al que llega, darle confianza, la calidad de la atención y el respeto. La espiritualidad más allá del punto de vista religioso, en el sentido de ayudar a la persona a encontrar sentido a lo que pasa. Son valores muy inherentes al trabajo de los enfermeros. Si llegas a una institución en la que ves que a las personas se les llama por su nombre y no por el numero de habitación, eso se va contagiando. Influyen estos valores que compartimos, más que la religión. El respeto no es una religión, es algo que debería ser inherente al ser humano. O el acoger a una persona.

-¿Ve necesaria una facultad de medicina en Balears?

-Lo cierto es que no tengo todos los elementos y datos para poder dar una opinión. Se que hay personas que llevan mucho tiempo luchando por ella y otros que quizá no están de acuerdo. Necesitaría conocer un poco más en profundidad ese debate para poder opinar.

-¿Tienen la seguridad de que tal y como están las arcas autonómicas se mantendrá la integración del hospital en la red pública sanitaria balear?.

-Creo que eso ya está muy consolidado. Tanto el anterior Govern como el actual nos reconocen como hospital público y eso es muy difícil que tenga marcha atrás.

-En la pasada legislatura el Govern incluso se llegó a plantear el cierre de los hospitales General y Joan March. ¿Temieron que los recortes acabaran afectando también a Sant Joan de Déu?

-Lógicamente en esas situaciones empiezas a oir cosas que hacen que te preocupes. Pero ahora mismo, con la solidez que tiene el hospital ya no hay ese temor. Lo peor de eso ha pasado. Ahora tenemos que continuar haciendo bien las cosas y ser eficientes. Estamos obligados a gestionar con la mayor calidad y con los recursos disponibles.

-¿Qué palabras definirían el hospital Sant Joan Déu?

-No me gusta usar la palabra humanidad porque el trabajo de un profesional de la salud siempre debe estar vinculado a ella. Elegiría la palabra respeto, tanto al paciente como a la familia, que va unido a la dignidad y a esa calidez en el trato que es tan importante.

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