Joan Company fue elegido ayer nuevo presidente de la patronal agraria Asaja, siguiendo así el guión previsto. Entre sus primeros mensajes, uno de paz, ya que se comprometió a mantener una línea de diálogo con el Govern, rechazando así los temores que se habían expresado desde algunos ámbitos respecto a que se fuera a actuar como oposición al nuevo Ejecutivo por el hecho que ponerse al frente de esta organización el hermano mayor del que se postula como nuevo líder del PP de las islas, el exconseller Biel Company. El nuevo líder de Asaja, que pasa a sustituir en el cargo a Tomás Cortés, aseguró que su pretensión pasa por mantener abiertas todas las líneas de colaboración tanto con el nuevo Gabinete de Francina Armengol como con Unió de Pagesos.

La asamblea general de Asaja eligió también a su nueva junta directiva, en la que destaca la elección como gerente de Joan Simonet, el que fuera alcalde de Alaró y miembro del ala crítica del Partido Popular contra José Ramón Bauzá.

Prioridades

Company accede a la presidencia marcando ya las prioridades de su mandato, que incluyen el desarrollo de la Ley Agraria y la ya mencionada colaboración con "todo el sector" y todas las Administraciones para defender así los intereses de la agricultura isleña. En este sentido, subrayó que "lo que nos une es más de lo que nos separa".

A ello añadió la necesidad de consolidar el presupuesto de la conselleria de Agricultura, "porque si no hay dinero, solo hay poesía", y la exigencia de que tanto el Gobierno central como Bruselas reconozcan los problemas derivados de la insularidad.

En definitiva, Joan Company consideró que resulta imprescindible desarrollar un modelo que permita que el sector agrario sea "sostenible" tanto desde el punto de vista económico, como medioambiental y social.

Respecto a las relaciones con el nuevo Govern y con Unió de Pagesos, recordó que él ya formaba parte del anterior equipo directivo y que se va a mantener la misma filosofía, con la que se pretende dar prioridad a la "negociación y el diálogo", al considerar que el entendimiento que se ha alcanzado durante los últimos años ha sido un éxito.

En cuanto a los retos del conjunto del sector, recordó que "estamos en una situación social de muchos cambios en muy poco tiempo", por lo que pese a reconocer que al sector primario en ocasiones le cuestan mucho los cambios, defendió que éstos resultan imprescindibles para adaptarse a "un mundo globalizado".

También apuntó que aunque en Balears el motor del sector es el agroalimentario ligado al agua, por su mayor rentabilidad, es necesario buscar vías para que esta actividad sea sostenible, además de económicamente, también medioambientalmente.

En este sentido, no ocultó que se trata de un sector al que "históricamente le ha ido mal", de ahí la necesidad de hacer frente a los retos existentes.

Línea de continuidad

Las palabras de Joan Company mantienen una línea de continuidad respecto a las expresadas por el presidente saliente, Tomás Cortés, el cual también subrayó la importancia que la ley agraria tiene para el sector y valoró los avances conseguidos gracias a la unidad de actuación que durante los últimos años se ha mantenido con Unió de Pagesos, especialmente a la hora de plantear reivindicaciones ante Madrid y Bruselas, como en el caso de los problemas derivados de la insularidad, apuntados también por Company.

Por ello, Cortés había valorado igualmente la línea de diálogo que se había abierto con la Administración balear a la hora de perseguir estos objetivos.