Los colegios de la Part forana iniciaron ayer el curso con relativa normalidad. La tensión de los últimos años, dominados por las camisetas verdes, ha pasado a la historia y el debate sobre el TIL ha sido sustituido por las reivindicaciones de más personal para cubrir el servicio educativo. La mayoría de centros escolares abrieron sus puertas después de un verano en el que se han realizado pequeñas reformas en los equipamientos, aunque la necesidad de más profesores y personal no docente, principalmente auxiliares administrativos y conserjes, sigue a la orden del día.

Es el caso del colegio Miquel Duran i Saurina, de Inca, en el que su director, Pere Mulet, explicó ayer que la dotación de personal no docente en los centros de infantil y primaria es una de las necesidades más acuciantes para equipararlos a los institutos. "En principio, tenemos los profesores suficientes, aunque no irían mal unos cuantos más", señaló.

El centro presenta muchos fallos estructurales desde su inauguración hace ocho años, aunque "se han ido arreglando poco a poco". También lamentó los elevados ratios por aula, con 29 alumnos en unas clases que "son inferiores a lo que marca la normativa". Mulet se refirió a la necesidad de ampliar las plazas de infantil y primaria en la ciudad de Inca y de distribuir mejor los inmigrantes escolarizados para evitar la formación de guetos como ocurre en el centro Llevant de la capital del Raiguer.

En la mayoría de colegios se han llevado a cabo pequeñas obras de acondicionamiento para mejorar las instalaciones. En el instituto Albuhaira de Muro, el Ayuntamiento ha tenido que llevar a cabo una obra de urgencia que no es de su competencia para adecuar una cornisa y evitar su desprendimiento sobre el patio. Según el Consistorio, el Ibisec se ha comprometido a colocar una nueva cornisa durante el parón escolar de Navidad. También se ha aprovechado el verano para solucionar los problemas de inundaciones en el patio interior del instituto.

Asimismo, el STEI-i denunció ayer que existen proyectos no ejecutados de nuevas escuelas como en Campos, Santanyí o Caimari, entre otras localidades. Además, en la escuela de Campos permanecen cinco aulas prefabricadas, al igual que en el colegio Voramar de Can Picafort, con cuatro aulas modulares.

En Marratxí, la vuelta al cole sirvió para estrenar algunas reformas en los centros Costa i Llobera y Nova Cabana, donde se han desarrollado importantes obras en la zona de recreo y se han pintado paredes y barandillas.

En el colegio Rodamilans de Sineu se ha pintado todo el exterior del centro y se han colocado placas solares en el techo, entre otras pequeñas mejoras. La dirección apuntó que en el grupo infantil de tres años falta un profesor para desdoblar el aula, que cuenta con 30 alumnos.

En sa Pobla se ha repintado el paso de cebra del exterior de los centros para mejorar la seguridad de los alumnos.

Los escolares de Sóller regresaron el jueves a las aulas tras las vacaciones escolares. La principal novedad de este curso se dio en el colegio público Pere Cerdà, del Port, donde los alumnos estrenaron el aula provisional que se ha habilitado en lo que fue la antigua oficina de información turística.