El Obispado de Mallorca, tras atender los datos recogidos por el Tribunal Eclesiástico, archivó ayer la investigación contra Joan Pons Payeras, rector de sa Pobla, y al mismo tiempo levantó las medidas cautelares impuestas contra el sacerdote.

Pons fue denunciado por abusos sexuales por un joven de la localidad, pero los testimonios y datos recopilados por el tribunal de la iglesia exoneran al religioso, con lo que el Obispado da por cerrada la vía canónica del caso.

"Una cosa es la cuestión jurídica y la otra la conciencia", comentó ayer Joan Pons al respecto. "Tampoco he recibido la noticia como un gran sorbo de alegría y goce, porque se trata de una cuestión jurídica. Yo soy el mismo, tan feliz estaba hace quince días como ahora. Y tampoco estoy pendiente de la causa civil, ya saldrá cuando tenga que salir", afirmó.

En sa Pobla la noticia se conoció el mismo día en que los feligreses organizaron una cena para despedir a mossèn Joan Pons en la Sala Rex, que acogió a unas 200 personas, entre ellas el alcalde de la localidad, Biel Ferragut.

Para mañana domingo también está prevista una misa de despedida que oficiará el propio Pons, tras la que se servirá un refrigerio para los asistentes en la Placeta de la Iglesia. Además los asistentes tendrán a su disposición una hoja dominical donde se explicará lo que "se ha conseguido durante estos trece años", expuso mossèn Joan Pons.

Se prevé que el lunes ya estén activos mossèn Felip Salvador Díez y mossèn Pere Gerard, los nuevos guías religiosos de sa Pobla, aunque posiblemente no será hasta principios de octubre cuando asuman el cargo de forma oficial. Los feligreses habrían conseguido así su objetivo, "que Pons no se fuera por la puerta de atrás", según expresaron en varias ocasiones desde que él mismo Pons informara, de forma extraoficial, que no volvería a oficiar misas en sa Pobla por orden del obispo Salinas.

"Es una buena noticia y que haya salido hoy aún más", expresaron ayer algunos de los feligreses. "Pons se irá de sa Pobla por la puerta grande", valoraron algunos vecinos. "La celebración es mayor", señalaron al conocer las informaciones recibidas del Obispado.

A partir de ahora Pons tendrá a su cargo Sencelles, Costixt y Búger temporalmente, porque no hay sacerdote, y los martes y jueves por la mañana ejercerá como responsable de la capilla del hospital Comarcal de Inca.

Durante la cena de anoche hubo dos parlamentos, el de Sebastià Campins, miembro del Consell Parroquial, quien entregó las 900 firmas a favor del rector para que se le permitiera seguir como párroco hasta que se dictara sentencia, en las fiestas patronales, en el Oratorio de Crestatx en el Oficio de Santa Margalida, patrona de la localidad, el pasado mes de julio, y el parlamento de Joana Alorda, delegada de Catequesis.

La entrega de firmas fue la reacción de la comunidad cristina de sa Pobla ante los sucedido. Los feligreses mostraron su malestar porque "sentían que el Obispado" los había "abandonado" y "nos hemos cansado de mantener la calma", denunciaron en aquel momento. La fiscalía sigue su proceso de investigación para esclarecer lo sucedido.