El presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, ha asegurado hoy que es necesario "decir basta" y ha reclamado a la presidenta del Govern, Francina Armengol, que renegocie la financiación de la comunidad pidiendo justicia, porque ésta repercute en los consells, los ayuntamientos y la ciudadanía. "No puede ser que cada año veamos partir para no volver más de 3.000 millones de euros, el 14 % del PIB: eso se llama expolio, un trato colonial", ha reivindicado en su primer discurso institucional con motivo del acto central de la Diada de Mallorca, en el Teatre Principal, según el discurso facilitado por el Consell.

Ensenyat cree que Baleares recibe peores servicios, tiene la peor financiación per cápita tras la Comunitat Valenciana y la inversión per capita más baja. "Aportamos más que nadie y recibimos menos que nadie", ha asegurado. "Eso en mi pueblo se dice cornudos y apaleados (D'això, al meu poble, se'n diu fotuts i banyuts)", ha exclamado. También ha lanzado una petición a la presidenta del Parlament, Xelo Huertas: una nueva Ley de Consells "ambiciosa y adaptada al nuevo Estatut y las nuevas realidades".

Ensenyat ha abogado por aumentar las competencias, para lo cual considera necesario "hacer cambios en la casa" para que el Consell sea más ágil, y también la mejora de financiación. El presidente insular ha prometido un Consell que "estará al servicio de las personas de una manera radical" y ha anunciado la puesta en marcha de un plan de participación que afectará a todas las áreas, para que los ciudadanos puedan "decidirlo todo, empezando por esta misma Diada", ha dicho sobre la propuesta de hacer una consulta acerca del día que debe celebrarse.

Entre lo ya realizado ha mencionado la moratoria que impide las grandes superficies en apoyo al pequeño comercio y la nueva manera de gestionar los residuos al iniciar los trámites para paralizar la importación. Ha calificado la filosofía que guiará su actuación al frente del Consell de "humanismo político" y de cara al futuro se ha comprometido a modernizar la administración, dignificar la cultura y la lengua propia, proteger el territorio, garantizar unos estándares de bienestar social a todos, impulsar una economía arraigada y de bien común.

Ensenyat ha comenzado su intervención alabando a los galardonados por el Consell en esta edición de la Diada, sin cuyas aportaciones "no se podría entender la Mallorca de hoy en día y no podría ser ni la mitad de justa, libre y orgullosa de sí misma de lo que es", ha asegurado. "Nunca reconoceremos suficientemente la tarea por nuestra lengua y cultura de Aina Moll, la Institución Pública Antoni Maria Alcover o Guillem d'Efak, ni la de la Escuela de Música y Danzas de Mallorca por nuestro folclore", ha añadido.

Ha calificado de "impagable" el trabajo por la igualdad de las Dones de Llevant, al igual que la lucha por la dignidad de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica. El presidente ha destacado la dedicación a los necesitados de Josep Maria Casasnovas, los grandes resultados del Llosetense, el ejemplo de pequeño comercio de Casa Roca y los 75 años de proyección cultural de la Coral Sant Jaume, así como la labor del nuevo hijo predilecto, Gabriel Alomar, e hija adoptiva, Montserrat Casas, de quienes ha dicho que "los separa el tiempo, pero una gran labor intelectual y un fuerte compromiso social los hermanan".

Ha loado también la solidaridad demostrada por los mallorquines con los refugiados de la guerra de Siria, al ofrecerse "en masa para ayudarlos", mientras los estados respondían de forma insuficiente, aunque ha recalcado que más allá de la acogida, lo más necesario es poner fin al conflicto.

En el 800 aniversario de la muerte de Ramon Llull, Ensenyat ha recordado que el sabio enlazó oriente y occidente aunque fuera desde su convencimiento cristiano, y asegurado que Mallorca, como heredera del espíritu luliano, "es y debe ser lugar de reconciliación, acogida y encuentro", desde su posición táctica y como crisol de civilizaciones y culturas y puente entre África, Asia y Europa.

También ha rememorado el tricentenario de la Guerra de Sucesión y de los Decretos de Nueva Plan por los que finalizó el antiguo Reino de Mallorca "para convertirlo en una provincia sometida a Castilla y al sistema absolutista implantado por los borbones".

"Después vino la anexión por derecho de conquista, el saqueo, el expolio de nuestro recursos, la fulminación de nuestros derechos e instituciones con los Decretos de Nueva Planta, la progresiva marginación de nuestra lengua y el intento de hacer desaparecer la conciencia de unidad lingüística catalana. Y hasta ahora. Pero los mallorquines seguimos siendo fieles al "siau qui sou" del premiado Guillem d'Efak", ha asegurado.