­Balears registra una tasa anual de 433,5 accidentes laborales por cada 10.000 afiliados a la Seguridad Social, la más alta de España y además una de las que más está creciendo del país. Este dato fue esgrimido ayer por el conseller y la directora general de Trabajo, Iago Negueruela e Isabel Castro respectivamente, para justificar la necesidad de aplicar un plan de choque para intentar frenar esta tendencia.

La tasa balear resulta especialmente relevante porque no tiene parangón en las restantes comunidades autónomas. La segunda con mayor siniestralidad laboral es Castilla y León, y en este caso su nivel es de 363 siniestros por cada 10.000 afiliados a la Seguridad Social, lo que supone que el archipiélago queda prácticamente un 20% por encima. En tercer lugar se sitúa Asturias, con 358,7 accidentes por cada 10.000 trabajadores. Estas tasas son aportadas por el ministerio de Empleo y corresponden al periodo comprendido entre junio del pasado año y mayo del actual.

Pero hay una diferencia añadida entre las islas y las comunidades inmediatamente seguidoras en esta materia. Y es que la siniestralidad balear ha aumentado durante el último ejercicio un 4,8%, mientras que la castellanoleonesa solo lo ha hecho un 1,7% y la asturiana presenta un descenso del 1%. Hay únicamente tres autonomías que muestran incrementos superiores al isleño, como son Extremadura, con un 7%; La Rioja, con un 7,1%; y Murcia, con un 6%, solo que sus tasas de siniestralidad quedan muy por debajo de la del archipiélago. A mucha distancia quedan las autonomías con los mejores datos, como son Madrid, con 251,4 accidentes laborales por cada 10.000 trabajadores como media de los citados doce meses; la Comunidad Valenciana, con 274,9; y Aragón, con 277,6.

Este liderazgo balear y la negativa evolución que se está registrando fue especialmente lamentada por el conseller y por la directora general y señalaron al anterior Govern del PP como uno de los responsables de esa evolución negativa. En concreto, recordaron que en 2009 se inició un descenso de la siniestralidad laboral de Balears que ambos representantes de la conselleria de Trabajo achacan a un plan de choque para combatirla que puso en marcha el Ejecutivo del Pacto que entonces gobernaba en las islas. Esta evolución a la baja en la tasa de accidentes se mantuvo hasta 2012, para iniciar a partir de ese ejercicio una nueva tendencia ascendente, algo de lo que se responsabiliza en parte al equipo que lideraba José Ramón Bauzá, al que se reprocha la falta de actuaciones en esta materia. Un aspecto subrayado por Negueruela es que al tratarse de tasas vinculadas al número de afiliados a la Seguridad Social, su incremento o descenso no está relacionado con la evolución económica.

El Gobierno de Mariano Rajoy también recibió una cuota de reproches por parte del conseller, al considerar que la reforma laboral que aprobó y la precariedad que ésta ha impulsado en las contrataciones han potenciado el incremento de la siniestralidad laboral, que en el conjunto de España también se está incrementando aunque no de una forma tan acentuada como en el archipiélago. En concreto, Iago Negueruela subrayó que en los contratos de baja duración no se consigue la suficiente formación de los trabajadores, lo que es un factor que influye en el aumento de los siniestros.

Un factor a tener en cuenta es que la inmensa mayoría de los accidentes laborales de las islas son de carácter leve. En concreto, de un total de 7.185 siniestros contabilizados durante el primer semestre de este año, 7.141 entran en esa categoría de leves, lo que supone prácticamente el 99,4% del total. A ellos se sumaron 40 de carácter grave, tres muy graves y uno mortal durante esos primeros seis meses del año.

Más siniestros en construcción

Esta primacía de los siniestros leves no supone un atenuante a la hora de valorar el problema, según subrayó el conseller, que consideró que la adopción de medidas para combatir este tipo de incidentes es el primer paso para reducir también los de mayor gravedad.

La cifra más alta de siniestros se da en el sector servicios, al ser también el que concentra a un mayor volumen de asalariados. Pero si el cálculo se hace respecto al número de accidentes por cada 10.000 afiliados a la Seguridad Social, la construcción es la que presenta la peor situación y también la evolución más negativa.

En concreto, y en este caso con datos ya de la Conselleria relativos a los seis primeros meses del año, el sector del ladrillo presenta en 2015 una tasa de 833,9 siniestros por cada 10.000 trabajadores, frente a los 672,6 del periodo enero-junio de 2012.

En segundo lugar aparece la industria, con 613,9 accidentes por cada 10.000 trabajadores durante el primer semestre de este año, por encima también de los 550,7 que este sector mostraba durante el mismo periodo de 2012.

Como se ha indicado, la tasa más baja es la del sector servicios, con 286,6 accidentes por cada 10.000 afiliados en el caso de este año, frente a los 253,5 de 2012.

La única evolución positiva aparece en la agricultura, ya que su tasa de 434,9 accidentes de este año queda por debajo de los 504 contabilizada durante el mismo periodo de 2012.