"El que se queja en estos momentos lo hace por vicio, porque los ingresos que estamos obteniendo este año son históricos", admite un representante del sector hotelero a la hora de hacer balance de esta temporada, a lo que añade una coletilla inmediata: "Todo apunta a que 2016 va a ser todavía mejor". El pronóstico de que el próximo ejercicio va a resultar aun más rentable para el sector no se debe a la previsión de crecimientos espectaculares en la llegada de visitantes, sino fundamentalmente a la subida de precios que se está cerrando con los tour operadores y que se califica sin dudarlo de "la más importante que hemos obtenido en muchísimos años". El interés de estos últimos por garantizarse plazas en Mallorca está permitiendo que las tarifas que se van a aplicar durante 2016 a los turistas estén registrando crecimientos que se mueven entre un 3% y un 5%, y que en algunos casis superan incluso este último porcentaje, si no se ha dado un aumento de categoría en el establecimiento, ya que si se han hecho reformas para obtener una estrella más estos encarecimientos se acercan al 15%, según se afirma desde el sector.
Dos de los presidentes de las asociaciones hoteleras más importantes de la isla, como son las de Platja de Palma y Alcúdia, Francisco Marín y Jaime Horrach respectivamente, confirman tanto los buenos resultados de este año como las importantes subidas de precios para 2016, con la ventaja que supone el que se trata de una tendencia que parece consolidarse. También el director general de HM Hotels, Antoni Horrach, se suma a las voces que hablan de una excelente temporada, tras mejorar sustancialmente un mes de mayo y una entrada en junio que inicialmente no cumplían las expectativas que se habían generado.
La conclusión de éstos y otros empresarios es la antes señalada: este año se está ganando mucho dinero en el sector, y todo apunta que en 2016 se pueden mejorar estos niveles de beneficio gracias al interés de los tour operadores por garantizarse un cupo de plazas en Mallorca, hasta el punto de recuperar una fórmula que se había aparcado años atrás, como es la contratación con garantía, es decir, estas empresas pagan al hotelero por adelantado un 75% de las camas que contratan, independientemente de que finalmente las puedan llenar o no, a cambio de tener asegurado ese volumen de habitaciones.
Dos son las causas que se señalan a la hora de explicar este interés por garantizarse camas hoteleras en Mallorca. En primer lugar, se insiste en los problemas que se están registrando en otros destinos del Mediterráneo por la inestabilidad de su situación política o económica, pero se destaca muy especialmente el efecto que las crecientes ventas por internet están teniendo en este tema.
Según apunta Francisco Marí, la comercialización on line supone ya entre un 20% y un 30% de los ingresos que consiguen los hoteles, y hay casos en los que este porcentaje se acerca al 40%. La ventaja en este caso es que el cliente, al hacer la reserva, abona por adelantado entre un 10% y un 20% del precio, lo que aporta una liquidez al negocio que es muy valorada.
Por eso los tour operadores están ofreciendo de nuevo la fórmula de la reserva con garantía, que supone en muchos casos para el hotelero cobrar un 75% de las plazas contratadas por adelantado, aunque sea a plazos. Sin embargo, desde el sector no se oculta que este tipo de contratos vienen con la exigencia de un descuento, por lo que con la buena coyuntura actual, muchos establecimientos prefieren evitar esta fórmula y "jugársela", optando por salir a buscar a los clientes y aplicar precios más altos pese a no tener garantía de que finalmente podrán llenar su establecimiento. Según se apunta, el contrato con garantía resulta muy útil en el corto plazo y para empresas que necesitan liquidez, pero sus ventajas resultan más cuestionables a medio y largo plazo.
Al margen de lo expuesto, se insiste en que el sector está aprovechando esta intensa demanda de plazas de los tour operadores para elevar sus precios de forma sustancial, y no se oculta que esta evolución al alza ya se inició hace dos años, aunque para 2016 presenta un carácter muy generalizado y consolidado.
Es por ello que se pronostica que la rentabilidad que se obtendra en 2016 puede ser "histórica" gracias a esa revalorización, pese a reconocer también que "algún cliente se puede quedar por el camino" al optar por otros destinos más económicos. Pese a ello, se prevé que esta reducción de visitantes será ligera y quedará compensada por la mejoría en los ingresos.
Desde el sector no se oculta que existen riesgos derivados de una demanda que puede verse afectada por acontecimientos imprevistos (se recuerda el caso de las cenizas volcánicas que afectaron las comunicaciones aéreas hace algunos años), pero en principio se admite que "hoy por hoy, no vemos nubes en el horizonte que puedan evitar que la próxima temporada vuelva a ser excelente".
La excelente situación que se vive este verano es respaldada por la asociación de distribuidores de alimentos y bebidas, cuyo presidente, Bartolomé Servera, destaca que la buena marcha del sector hotelero se detecta no tanto por el aumento en el volumen de los pedidos (moderado, con la excepción de refrescos y helados, cuya demanda se ha disparado a causa de las altas temperaturas de este verano), sino por su valor. "Se está optando por la compra de productos más caros, lo que refleja la apuesta por ofrecer más calidad a los clientes", destaca este representante empresarial.
