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Aportación pública

Los patronos de Microsoft: "El Govern tenía un Ferrari y no sabía conducirlo"

Los responsables del centro tecnológico culpan de la quiebra a la "incompetencia" política

Uno de los proyectos estrella de MICTT: el escaparate virtual para exhibir los principales atractivos turísticos de las islas.

"En el Govern dejaron morir el centro porque tenían un Ferrari y no sabían conducirlo. Eran incompetentes". Con esa crudeza, y tras guardar meses de silencio mientras todo se iba al garete, se expresan ahora desde el patronato de la fundación que daba forma jurídica al MICTT, Microsoft Innovation Center Tourism Technologies, el nombre en inglés que el Govern le puso a un centro concebido, gestionado y, sobre todo, pagado en Balears y por los contribuyentes baleares. Aunque no íntegramente, dicen desde el patronato de la fundación, en el que, sin ofrecer datos (excusan confidencialidad), aseguran que Microsoft aportó algo más que conocimiento: la multinacional de Bill Gates se convirtió en el principal cliente del centro, al que además, dicen, ofrecían tecnología punta que en algunos casos aún no había visto la luz en el mercado. De ese modo el centro podía desarrollar aplicaciones tecnológicas que pusieran en vanguardia a los empresarios locales. Los creadores de Windows también ponían la marca, hecho que en el patronato del MICTT creen "muy importante" a la hora de atraer inversiones tecnológicas a la isla. Eso sí, el grueso del dinero salía de dos fuentes: el Govern, que apoquinaba 400.000 euros al año, y un total de quince socios locales, que entregaban cada uno entre 6.000 y 7.000 euros al año.

¿Bastaba con eso? Pues no. La facturación ningún año cubrió ni una mínima parte de la actividad de un centro que, cuando cerró en julio, acumulaba deudas con proveedores y trabajadores por valor de 150.000 euros, tras haber cobrado del Govern más de 1,5 millones de euros en seis años.

Rentabilidad y desarrollo

"Ningún centro de innovación así es autosuficiente, ni aquí ni en la China comunista. Ni los de Microsoft, ni los de Apple, ni los de Google. La rentabilidad viene del desarrollo que le da el centro al sector tecnológico aquí, a las empresas de las islas, y de otras cuestiones como la formación de trabajadores de altísimo nivel. Estaban abriendo camino a muchas empresas de las islas. ¿1,5 millones de euros públicos en seis años por impulsar un sector tecnológico que no tenemos es mucho? En este país se gastan 14 millones por cada kilómetro de AVE", comparan desde el patronato del centro, en el que, por cierto, no está representado Microsoft. "Eran solo asesores del patronato, pero sí estaban en la dirección", aclaran los patronos, un matiz de peso ahora que el centro está en concurso de acreedores: quienes tendrán que hacer frente a las deudas que deja el centro son los patronos, es decir, el Govern, dos clusters empresariales y la patronal de tecnologías de la comunicación y la información. Microsoft tampoco paga esta cuenta.

Negocios perdidos

¿Y si el proyecto era tan bueno para la isla, y su potencial tan grande como dicen los patronos del MICTT, por qué se fue entonces todo a la ruina? Vuelta al principio, dicen: por incompetencia de los gestores políticos, que por un lado se hacían fotos como las de Bauzá en la cumbre mundial de Microsoft en Palma (2012) y prometían una economía basada en la innovación, y por otro cerraban el grifo. Y dejaban escapar negocios. Lo ilustran con un ejemplo: tanto Panamá como Colombia se interesaron por abrir un centro hermano del mallorquín. Se abría nutrido de tecnología y conocimiento local. Hasta 1,4 millones de dólares ofrecían al MICTT para el proyecto.

El Govern de Bauzá lo rechazó, porque era una inversión en el extranjero, claro que también la pagaban en el extranjero y parte del dinero acababa en las instalaciones de Mallorca. Los patronos lo lamentan hoy en público, aunque entonces callaron: "Fueron estrechos de miras. Un centro así no es un gasto, es una inversión y estaba generando negocio a las empresas del parque". También a Microsoft. La multinacional tiene un centenar de centros de innovación, todos ellos deficitarios y sustentados con fondos públicos, mientras la empresa de Bill Gates declara cada trimestre unos beneficios que superan casi siempre los 6.000 millones de dólares. "No venían a regalar nada. Pusieron dinero y apostaron porque les interesaba el sector turístico, un negocio que no controlan. Tenían de cliente a Meliá y poco más. Es decir, no estaban por hacer un favor, pero en Mallorca nos interesaba. Nuestros políticos no supieron verlo y los de Microsoft se fueron alucinados con el funcionamiento aquí a nivel de Gobierno", zanjan en el patronato, que da por perdido un centro del que solo quedan deudas.

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