La decisión del PSOE y Més de no utilizar las preguntas "de autobombo" al Govern en los plenos del Parlament, lejos de contentar a la oposición ha provocado un conflicto por el reparto de estas preguntas entre PP, El PI, Grupo Mixto (Ciudadanos y Gent per Formentera) y Podemos, que sí formulará preguntas al Ejecutivo al no estar integrado en él aunque le de apoyo parlamentario. La Junta de Portavoces estrenó ayer el nuevo período parlamentario sin alcanzar un acuerdo sobre este asunto, después de una larga discusión, que acabó con la decisión de la presidenta de la Cámara, Xelo Huertas, de mantener las 18 preguntas y una interpelación que establece el Reglamento para el pleno del próximo día 9.

Aunque los partidos confiaron en alcanzar un acuerdo de aquí a entonces, el intercambio de reproches protagonizó el encuentro de ayer. En principio, el PSOE proponía que la renuncia a las preguntas por parte de los socialistas y de los diputados de Més beneficiara a los grupos más pequeños. Sin embargo, el PP pidió tener una pregunta más de las seis que le correspondía y Podemos hizo lo mismo. A su vez, el PSOE rechazó la propuesta de los populares de que en lugar de una interpelación al Govern, el orden del día del pleno incluyera dos interpelaciones, con el fin de cumplir con las dos horas de control al Govern que según el Reglamento debe haber en cada sesión plenaria.

"Nuestra voluntad es la de no hacer preguntas en los plenos, pero lo que no puede ser es que algunos partidos mayoritarios se quieran aprovechar de su preeminencia numérica ante otros minoritarios", afirmó la socialista Bel Oliver al acabar la Junta de Portavoces. Para la portavoz popular, Marga Prohens, el rechazo del PSOE a incluir dos interpelaciones demuestra la "incoherencia de los partidos" del Pacto al afirmar que el Parlament tendrá más protagonismo.