El exdirector general de Deportes en el Govern de Jaume Matas, José Luis-Pepote Ballester, será juzgado por, supuestamente, amañar en 2005 unas obras de escasa cuantía en favor de un constructor de Alaró, amigo suyo y que le iba a edificar un chalé, según dispuso ayer el juez Castro en un auto.

Los hechos se investigaron en la pieza separada número 10 del caso Palma Arena y por ellos también serán juzgados cuatro constructores de Alaró, entre ellos el amigo de Ballester.

Según el juez, el director general de Deportes planeó beneficiar a su constructor con unas obras previas a la construcción del velódromo público Palma Arena. Esos trabajos consistieron en el derribo de unas casas viejas, la habilitación de unos viales y la colocación de unos cerramientos.

Los trabajos fueron sacados a concurso por el Govern en tres expedientes diferentes de unos 30.000 euros cada uno.

Castro acusa a Ballester de pedir a su amigo Jaime Navarro, constructor y presidente del club de voley de Alaró, que buscara otras dos empresas para simular que había más ofertas para los tres expedientes.

Una empresa de Navarro resultó beneficiada con otros trabajos públicos en el polideportivo Príncipes de España, unos contratos que se investigan en otra pieza separada del Palma Arena.

El magistrado afirma que las tres empresas se repartieron las obras previas al velódromo y que los concursos fueron amañados.

El juez también abre juicio oral contra Navarro y otros tres constructores: Antonio Matas; Juan Marqués y Juan Bibiloni.