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Turismo

Cabrera, un imán de turistas

Casi 20.000 personas han visitado durante el mes de julio el parque nacional, una alternativa a la masificación de las vacaciones de sol y playa que ha aumentado un 75 por ciento respecto al año anterior

Imagen del puerto de Cabrera tomada desde el camino que conduce al faro de n´Ensiola.

Las aguas cristalinas de Cabrera no dejan indiferente a nadie. Mallorquines y turistas nacionales y extranjeros navegan cada día hacia el paraíso marino y terrestre. Y este verano aún más. Casi 20.000 personas han visitado durante el mes de julio el Parque Nacional, aumentado un 75 por ciento la ocupación respecto al año anterior. Centenares de personas, entre navegantes, buceadores y turistas, han dejado de lado la masificación de las vacaciones de sol y playa por los encantos de Cabrera. Un plan alternativo que enamora por el paisaje..

El ecosistema de Cabrera ha sido el principal atractivo durante el mes de julio. Con provisiones de comida y bebida para todo el día, la isla ha recibido a casi 20.000 personas en un solo mes. Un destino turístico que está en auge desde hace cuatro años. En 2012 visitaron la isla 4.800 navegantes frente a los casi 11.000 de este año. El imán de la isla cada vez atrae a más turistas, y a los propios mallorquines, que representan el 30 por ciento de los navegantes.

El transporte colectivo, que se realiza en golondrinas y lanchas neumáticas, ha incrementado un 48 por ciento el número de viajeros respecto al año pasado. Casi 9.000 turistas extranjeros han visitado las colonias de aves marinas, múltiples especies endémicas y uno de los fondos marinos mejor conservados del litoral. Un perfil de visitante "muy parecido al de todos los años", declara la directora general d'Espais Naturals, Caterina Amengual. Los alemanes continúan siendo los visitantes estrella en Cabrera con un 55 por ciento, seguidos de los británicos y los franceses que representan un 25 por ciento respectivamente.

"Aunque los mallorquines son los protagonistas del puerto y los fondeos los fines de semana", explica Toni Feliu, un mallorquín que navega "mucho" por las aguas del archipiélago de Cabrera. Según Feliu, "los mallorquines son muy marineros y disfrutan de visitar la isla de Cabrera porque les aporta mucha paz y tranquilidad".

Si bien julio ha cerrado el mes con cifras excepcionales, el pronóstico de agosto no será tan positivo. Hasta día 23 de agosto, la conselleria de Medio Ambiente ha registrado casi 17.000 visitantes, solo un cuatro por ciento más que el año anterior. A dos días de acabar el mes, agosto "no habrá sido tan insólito", constatan. Aunque sorprende que durante este mes ha aumentado el número de visitantes que llegan con transporte colectivo mientras que ha disminuido la ocupación de navegación y fondeo.

Pese al incremento de personas que han visitado este verano la isla, Amengual apunta que el turismo no afecta de forma negativa a la conservación de Cabrera porque "hay unas normas que regulan que no haya sobreexplotación". "Mallorca vive de los espacios naturales y sobre todo de los espacios marinos" señala la directora general de Espacios Naturales. Más allá de la masificación de las playas, "Balears cuenta con otros encantos como el parque nacional de Cabrera", continúa.

En concreto, el parque nacional marítimo-terrestre del archipiélago de Cabrera cuenta con una superficie protegida de 10.021 hectáreas. De ésta, prácticamente el 90% corresponde al medio marino y solo el resto a islas e islotes.

Tipo de visitante

Tanto mallorquines como turistas disfrutan de la naturaleza de Cabrera. Un público que se distingue en cuatro categorías según el permiso de navegación que soliciten. En primer lugar, existen los permisos de fondeo de navegación. Se trata de una autorización para que los visitantes amaren los barcos en unas bolas, en ningún caso pueden tirar el ancla porque el fondo del mar es uno de los espacios protegidos de la isla. Los precios oscilan entre los 15 euros y los 65, dependiendo del tamaño del barco. Según los registros de la conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, 7.500 personas han visitado Cabrera a través de los permisos de fondeo.

También existen los permisos de navegación para personas que solo van "a pasar el día". Unas licencias que han tenido menos aceptación y han registrado 3.000 visitantes. Con las cámaras de fotos pegada a las manos, los turistas captan las mejores instantáneas de la naturaleza de Cabrera. Para los aficionados y profesionales, además, existe la posibilidad de bucear por las aguas cristalinas de la isla, aunque muy pocos lo practican. Solo 300 personas habían solicitado los permisos de buceo en julio.

También existe la posibilidad de ir con golondrinas por aproximadamente 50 euros. Un transporte colectivo que ha llevado a casi 9.000 visitantes durante julio.

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