Un total de 4.000 rayos sobre Balears y precipitaciones fuertes e intensas fue el saldo ayer de la alerta naranja sobre la que había puesto sobre aviso la Agencia Estatal de Meteorología y la dirección general de Protección Civil y Emergencias de Interior. Aunque las intensas lluvias no provocaron grandes destrozos, sí se produjeron numerosos daños.

A los incidentes se sumaron los retrasos en los aeropuertos. De los 368 vuelos previstos ayer en Son Sant Joan, a las 20,30 horas de la tarde sólo el 17 por ciento de los que tenían programada su salida hasta esa hora lo hicieron sin demora. De ellos, 144 se retrasaron más de 45 minutos, 14 sufrieron retrasos de entre media hora y 45 minutos y otros 15 vuelos salieron entre 15 y 30 minutos más tarde de lo previsto.

La situación aún fue peor para los vuelos de llegada. Sólo el 14 por ciento de los vuelos programados para aterrizar en las pistas del aeropuerto palmesano hasta las 20,30 lo hicieron en la hora prevista. Un total de 169 aterrizaron con más de 45 minutos de retraso, 19 lo hicieron más de media hora después de lo previsto y 17 se retrasaron más de un cuarto de hora. A las malas condiciones meteorológicas se sumó el que el mal tiempo coincidiera con fin de semana, cuando más operaciones hay programadas en Son Sant Joan. A pesar de ello, sólo se canceló un vuelo.

Atascos

La intensa lluvia hizo que numerosos turistas aprovecharan para pasar la jornada en Palma, ataviados con paraguas y chubasqueros, lo que provocó numerosos atascos de tráfico en las entradas a la ciudad, en especial en el Paseo Marítimo, y en los accesos a los aparcamientos.

Junto a las fuertes precipitaciones, los 4.000 rayos que cayeron sobre las islas entre la tarde del viernes y ayer dejaron constancia de una meteorología adversa, que rompió por unas horas el buen tiempo que está caracterizando este verano e hizo que las elevadas temperaturas dieran un respiro. La mitad de los rayos, unos 2.000, se registraron entre las 5 y las 11 de la mañana de ayer, según informó la Agencia Estatal de Meteorología, que mantuvo la alerta naranja para las islas hasta la noche de ayer.

En Mallorca, las precipitaciones fueron especialmente intensas en el Port de Pollença, cuya estación meteorológica contabilizó 38 mm desde las 12 de la noche del viernes hasta las 4 de la tarde. En Palma, la estación del Puerto contabilizó hasta las 18,30 de la tarde 31,4 mm, mientras que en la del aeropuerto fue de 28,2 mm.

Para hoy, la Agencia Estatal de Meteorología prevé para Mallorca intervalos nubosos, tendiendo por la mañana a cielo poco nuboso con nubes de evolución diurna. Las temperaturas nocturnas estarán en ligero descenso, con mínimas entre 15 y 19 grados, y las diurnas en ascenso, con máximas entre 24 y 28 grados. Los vientos serán flojos con brisas costeras.

Para el lunes, la previsión es que el temporal ya haya pasado totalmente, con predominio de cielo poco nuboso, temperaturas en ascenso y vientos de componente sur en el conjunto de Balears.