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Nombramientos con polémica

Juli Fuster coloca al tribunal que le adjudicó su plaza en el IB-Salut

El órgano que otorgó al actual director general un puesto de médico de cabecera estaba presidido por Joan Pou, actual director general de Salud, y por Nacho García, director asistencial del Servei de Salut

Juli Fuster, actual director general del Servei de Salut (IB-Salut), se ha rodeado de personas afines para afrontar una legislatura que se anticipa tormentosa. Y no nos referimos a su actual pareja, Patricia Gómez, máxima responsable del departamento de Salud, si no a Joan Pou, actual director general de Planificación, Evaluación y Farmacia de la conselleria de Salud, y a Nacho (Atanasio) García Pineda, elegido por el propio Juli Fuster el pasado 8 de julio como director asistencial del Servei de Salut.

Los dos cargos mencionados fueron designados, respectivamente, presidente y suplente del tribunal calificador del concurso oposición para cubrir plazas vacantes de médicos de Atención Primaria del Servei de Salut, tal y como quedó reflejado en el Boletín Oficial de esta comunidad autónoma que ilustra esta información publicado el pasado 21 de diciembre de 2009. Este tribunal adjudicaría, un año y cuatro meses después, una plaza fija como médico de Atención Primaria en el centro de salud de es Trencadors (Llucmajor) a Julio Miguel Fuster Culebras.

Este concurso oposición para cubrir hasta 160 plazas vacantes de médicos de Atención Primaria, convocado por la conselleria de Salud cuando Vicenç Thomàs, actual vicepresidente primero del Parlament, era su máximo responsable, ya despertó suspicacias cuando fue convocado.

A dos meses del cambio

Suspicacias que se vieron confirmadas cuando fue resuelto, cerca de quince meses después, a comienzos de marzo de 2011 -dos meses antes de las elecciones-, y se comprobó que postulantes que en ese momento ostentaban cargos de gestión en la conselleria de Salud -el propio Juli Fuster era director general de Planificación y Financiación- superaron la oposición con brillantes calificaciones, algo que se antoja difícil de conciliar con las obligaciones inherentes a un cargo público de alto perfil.

Por aquel entonces, muchos facultativos se preguntaron de dónde habían arañado tiempo estos altos cargos a sus tareas cotidianas de gestión en la Conselleria no solo para poder prepararse estas oposiciones sino también para superarlas.

Otra cosa es que Fuster, tras tomar posesión de su plaza en el centro de salud de es Trencadors, sí haya encontrado tiempo para elaborar el programa de salud del PSOE para las pasadas elecciones así como para liderar la candidatura socialista en Santanyí.

Por aquel entonces, el presidente del tribunal calificador de este concurso oposición, Joan Pou, era director asistencial del Servei de Salut, cargo que desempeñó desde julio de 2009 hasta junio de 2011, momento en que cesó en sus funciones por el desembarco del PP en el Govern balear tras la mayoría absoluta cosechada por José Ramón Bauzá en las urnas. Por su parte, Nacho (Atanasio) García Pineda, suplente del presidente Joan Pou en el tribunal calificador, era en esos momentos director gerente de Atención Primaria, cargo que desempeñó a lo largo de toda la legislatura de Thomàs.

Y también fueron notorios, a finales de la última legislatura del Pacto de Progreso, los nervios ante un previsible vuelco electoral que les desalojaría del poder. El hecho concreto es que Juli Fuster, actual director general del IB-Salut, obtuvo su plaza en propiedad en el Servei de Salut tras haber superado una oposición en la que el tribunal estaba presidido por dos personas claramente afines, como lo demuestra sus recientes nombramientos.

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