El GOB considera que la contaminación por plástico de las aguas baleares requiere "acciones internacionales" por lo que ha instado al Ejecutivo autonómico a intervenir ante el Secretariado del Convenio de Barcelona, firmado en 1976 para la protección del Mediterráneo contra la contaminación.

Este convenio se realizó en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que impulsa el Plan de acción para la protección y desarrollo de la cuenca del Mediterráneo (PAM), explicó el GOB.

Para la organización conservacionista, el control de la contaminación de las aguas baleares por plásticos no puede limitarse a la recogida litoral de residuos con embarcaciones de limpieza, ya que se trata de una intervención necesaria, pero insuficiente para solucionar el problema, "que se debe abordar en su raíz".

"Si no se actúa a nivel internacional la situación que hemos sufrido este año se repetirá en próximos veranos", declaró la organización. "Y más allá de estas situaciones puntuales en que los plásticos llegan a la costa debemos recordar que la masa de plástico flotante permanece todo el año en el mar abierto y afecta continuamente la biodiversidad", incidió el GOB.

Por ello, insta a la Conselleria de Medio Ambiente a dirigirse a la oficina de coordinación del PAM, ubicada en Atenas, para informar de este problema con el fin de incrementar la supervisión en el desarrollo de los compromisos asumidos por los Estados firmantes y ofreciendo la colaboración de Baleares en aquellos aspectos en los que pueda contribuir para avanzar en la solución del problema.

El convenio de Barcelona ha sido firmado a lo largo de los años por todos los países que comparten el Mediterráneo, con el compromiso de luchar contra los diferentes tipos de contaminación que afectan al mar y cooperar para una mayor eficiencia.

Este acuerdo se ha desarrollado mediante distintos protocolos, uno de ellos, en vigor desde 2008, que obliga a los estados a gestionar de forma más adecuada sus residuos sólidos urbanos para evitar que lleguen al mar.

En concreto, indica que para 2005 se tenían que haber implantado sistemas de gestión de residuos sólidos en ciudades de más de cien mil habitantes, y para 2025 esta gestión deberá haberse extendido a todos los núcleos urbanos.

La llegada de gran cantidad de plástico en las aguas de Baleares este verano pone de manifiesto que el problema no está aún nada controlado, señala el GOB.

Las costas del sur de Mallorca registraron durante la última semana de julio una cantidad importante y preocupante de suciedad, en particular de plásticos provenientes de Argelia. Asociaciones ecologistas, entre ellas el GOB y Ocena, mostraron su intranquilidad.

La organización conservacionista explicó que los trozos de plástico flotando en el mar dañan al medio ambiente y a la salud de los animales acuáticos. Además, avisó de que puede llegar a ser un peligro para las personas, al comer pescado que ha tragado la basura de las costas.