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Turismo

El sector turístico vive un "momento dulce" por la avalancha de visitantes

Las patronales de la oferta complementaria achacan al ´boom´ de los alquileres vacacionales el fuerte incremento de sus clientes - Algunos establecimientos comerciales y de restauración sitúan entre un 10% y un 20% la mejoría en sus ingresos

Los empresarios subrayan que la avalancha de turistas que se está registrando durante este verano está disparando su facturación. M. Mielniezuk

"Estamos viviendo un momento dulce", "esto va como un cohete" o "el verano está siendo muy bueno", son algunas de las expresiones utilizadas por representantes del sector turístico balear para definir la situación que están viviendo desde finales de junio y hasta el día de ayer.

"Cada vez tenemos menos motivos para quejarnos", se admite, y el motivo que se alega para evitar estos lamentos es doble: en primer lugar, se apunta que el visitante europeo está gastando algo más que el pasado año, aunque el nivel de consumo por persona se sigue calificando de bajo; pero en segundo lugar se destaca muy especialmente el fuerte incremento en el número de turistas, lo que está tirando con fuerza hacia arriba la facturación de muchas empresas. Tanto, que hay incluso algunas voces que admiten sus dudas respecto a si semejante nivel de saturación es realmente positivo, aunque en general de evita entrar en este debate por considerar que es absurdo plantear poner límites a la cifra de visitantes que llegan a Mallorca. Si las plazas hoteleras se han incrementado muy poco respecto a 2014, ¿de dónde sale tanta gente? La respuesta de todos los consultados desemboca en el mismo punto: la isla está viviendo un boom de alquileres de apartamentos turísticos.

En general, la satisfacción viene más del segundo de los citados factores que del primero: se vende mucho no porque se hagan grandes compras, sino porque la cifra de clientes se ha disparado, según se alega desde el comercio, desde el que se destaca la situación que se vive muy especialmente es Palma y en las poblaciones más frecuentadas por los visitantes. Según destaca el presidente de la asociación de comerciantes de Jaume II y propietario de varios establecimientos de moda, Pedro Mesquida, lo que hay es un enorme volumen de tiquets de compra, aunque el importe de las mismas no sea demasiado alto. Pero eso esta haciendo que algunos negocios del sector reconozcan que su facturación durante el mes de julio ha crecido a ritmos próximos al 20%, y que la primera semana de agosto se mantiene en esa tónica.

Este hecho explica que el último informe de la patronal Pimeco hable de que el mes pasado ha sido el mejor de los últimos siete años, con un 60% de los establecimientos de la isla reconociendo que sus ventas han sido más altas que las que se dieron durante el verano de 2014 , frente a solo un 20% que alega haber registrado un retroceso.

El balance que se hace desde el sector de la restauración es el mismo. El presidente de su patronal mallorquina, Alfonso Robredo, también pone sobre la mesa crecimientos de dos dígitos en la facturación de muchas empresas de su sector respecto a la actividad que tuvieron el pasado año, y mueve estos porcentajes entre un 15% y un 20%. "Las terrazas están llenas de gente, y ya tenemos restaurantes en los que para poder ir a cenar se hace necesario reservar mesa con tres días de antelación", afirma al tiempo que recuerda que hacía mucho tiempo que no se vivía un fenómeno como éste.

Mejora

Según Robledo, se aprecia una mejoría ligera en el consumo que los residentes y los visitantes españoles hacen, pero subraya que son los llegados desde otros países de Europa los que marcan la diferencia: hay muchos más y también han incrementando sus desembolsos en relación al verano pasado. En definitiva, apunta que tras una titubeante entrada en junio, el inicio del verano ha disparado la demanda.

Las grandes superficies comerciales hacen un balance igualmente positivo, incluso entre aquellas con ventas más vinculadas a la alimentación. Porque también en este apartado se está mejorando, aunque sea con tasas más moderadas, que van del 3% al 4%. Pero el portavoz balear de la asociación que representan a estas grandes empresas (Anged), Francisco García, recuerda el enorme volumen de ventas que la demanda de productos de alimentación genera y la importancia que un incremento del 3% o el 4% tiene en esta materia. En definitiva, estos porcentajes suponen la entrada unas cantidades de dinero muy importantes.

En cualquier caso, también García señala dos factores que sustenta esta buena evolución: la mejora en la demanda de los residentes, pero también el incremento en el número de visitantes.

El ocio nocturno se suma a este balance positivo, pese a reconocer que se está detectando un cambio en el modelo del entretenimiento que perjudica a las empresas clásicas de este negocio. El presidente de su patronal, Jesús Sánchez, admite que el de este año va a ser un buen verano, a la vista de como está yendo julio y los primeros días de agosto. El problema, en este caso, radica en la extensión de productos como el todo incluido o los beach clubs que favorecen el que para muchos visitantes "la fiesta empieza cada día a las 10 de la mañana, y eso resta clientela a la oferta de ocio que inicia su actividad a las 11 de la noche", apunta.

Desde la asociación de atracciones turísticas también el balance es positivo, según pone de relieve el presidente de su patronal, Antonio González, que cifra el incremento de la facturación en este sector entre el 2% y el 5%.

Hasta los taxistas aseguran que hacía mucho tiempo que no tenían tanto trabajo como el que han registrado durante julio, según afirma el presidente de la asociación de autónomos, Biel Moragues.

El origen del éxito

A la hora de explicar el éxito de este verano, los dedos apuntan sistemáticamente en la misma dirección. Solo unos pocos hoteles han aumentado sus plazas de la mano de su reforma y aumento de categoría, y su ocupación en julio es de lleno casi total, como en años anteriores. Así pues, el origen de tanto visitante hay que buscarlo en otras ofertas de alojamiento, y los apartamentos en alquiler son identificados como los responsables de una parte importante de esta avalancha de turistas que pasan por Son Sant Joan, a lo que suman la llegada de cruceristas.

La oferta complementaria defiende los alquileres vacacionales y su regulación, sumando el argumento ya conocido de que el inquilino de una vivienda compra en los supermercados, come en los restaurantes y consume en los bares. Y además paga al contado, mientras que el hotelero cobra a los 60 o 90 días de los tour operadores.

Sin embargo, Antonio González no oculta su preocupación ante el hecho de que este boom de los alquileres no esté generando una saturación excesiva en la isla y admite sus dudas respecto a si sería preferible menos personas pero con mayor capacidad de gasto. Otros, como Jesús Sánchez, rechazan un debate sobre si hay que limitar la llegada de turistas y prefieren felicitarse por el éxito de la temporada, con la esperanza de que siga hasta finales de octubre.

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