Aina Castillo, la exconsellera de Sanidad del Govern Matas, fue citada a declarar en las dependencias policiales a las diez de la mañana del día 11 de abril del año pasado. El motivo de esa citación era redactar por escrito su confesión sobre el proceso amañado para contratar el proyecto de Son Espases, la mayor obra pública planificada jamás en Balears. Y sobre todo para implicar a Jaume Matas, el president del Govern que la eligió para que ocupara este cargo, en el amaño del concurso.
Castillo conoció a través de la consultora Global PM (cuya contratación también fue amañada) que las ofertas realizadas por las constructoras OHL y FCC "estaban prácticamente empatadas en su valoración". Una era mejor en la parte técnica y la otra en el aspecto económico. La diferencia es que el proyecto de OHL era cien millones más caro que el otro. "En una reunión con Matas le comenté que los proyectos estaban empatados. El president me ordenó que diera las instrucciones oportunas para que la adjudicataria fuera OHL". La consellera de Salud cumplió con la orden de su jefe y trasladó estas indicaciones al director general, Sergio Bertrán, y al asesor legal de la consultora, Luis Piña (imputados en la querella de Anticorrupción). "Ambos dedujeron que la orden venía de arriba".
Días después de este encuentro, Matas volvió a llamar a Castillo para citarla. No lo hizo en su despacho, sino en la cafetería del gimnasio donde se ponía en forma. "Matas me entregó un sobre con un folio dentro y me dijo que en el interior obraban argumentos técnicos que motivaban la adjudicación a favor de OHL". La consellera le entregó a Sergio Bertrán. "Le advertí que el sobre procedía del propio president. Comentamos sorprendidos que Matas tuviera esa información, dado que las ofertas eran confidenciales".
Ella no abrió el sobre, pero conocía el contenido. "No sé que se hizo con él". Sin embargo, creía que Bertrán dio el contenido del sobre a la consultora y a los técnicos de Ib-Salut que emitieron un informe sobre las ofertas".
Grave filtración
El día que se iba a comunicar el resultado del concurso, el nombre del ganador apareció filtrado en la prensa. La publicación coincidió con un consejo de gobierno. "Me reuní con Matas debido a la gravedad de una filtración de información confidencial, lo que me hizo dudar de la objetividad del proceso". El president le ordenó que se suspendiera la reunión de la mesa y que pidieran nuevos informes "para garantizar la transparencia". Fue Matas quien le propuso pedir un informe al Consell Consultiu, que propuso que las ofertas fueran valoradas por dos colegios profesionales, el de Economistas y el de Ingenieros. Estos dos informes valoraron con más puntuación la oferta de FCC (la empresa de Florentino Pérez) que el proyecto de OHL (de Villar Mir).
Durante la última fase del proceso y ante los informes de los colegios profesionales, que se decantaban por la oferta de Florentino, "Matas me dijo que si no se lo adjudicamos a FCC (Florentino Pérez) tendríamos un problema político".
Castillo reconoció que no conocía los detalles que había detrás de este proceso. Sin embargo, en su declaración detalló una conversación que tuvo con un directivo de OHL en una visita a un hospital de Menorca. "Aunque se que no tienes nada que ver con el tema, le trasladas a Matas la indignación de Génova (sede del PP nacional) por lo que está pasando con el procedimiento de Son Espases". La consellera no le comentó esta conversación a Matas, pero la ha relatado ahora a la Policía.
