A la construcción balear le ha costado subirse al tren de la recuperación puesta en marcha por el sector turístico, pero una vez dentro, circula por la vía a enorme velocidad. Aunque desde la patronal del sector se recuerda que la caída ha sido muy dura y que se parte de cifras muy bajas, lo cierto es que la inversión que el ladrillo balear está generando supone prácticamente duplicar las cifras de 2014: durante el primer semestre de 2015 se han alcanzado los 679 millones de euros, frente a los 366 millones del mismo periodo del pasado año. El incremento es del 85,5%.
Es el sector privado el que muestra un ritmo más intenso. En este caso, la inversión asciende a 529,3 millones de euros, muy por encima de los 273,2 millones que se registraron en 2014, un año este último en el que este sector ya registró una apreciable mejoría. El resultado es que en este caso el crecimiento se sitúa en el 93,7%.
Y dentro del sector privado, son las reformas turísticas y la edificación de viviendas las que más están aportando a esta actividad.
En concreto, la construcción de nuevas residencias y las reformas han alcanzado entre enero y junio de este año un valor de 365,2 millones de euros, frente a los 180,2 millones del ejercicio anterior. El aumento aquí es del 102,6%.
Este impulso viene de la mano de proyectos para la edificación de 843 nuevas residencias, frente a las 423 del ejercicio anterior, y de 183 proyectos de reforma, por encima de los 81 que se registraron en ese mismo periodo de 2014. El crecimiento es evidente, pero de nuevo Manuel Gómez destaca que las cifras siguen siendo muy bajas respecto a las que la demanda residencial del archipiélago precisaría.
En el caso del sector turístico, el valor de las inversiones realizadas en la construcción durante el primer semestre del año asciende a 117,3 millones de euros, a enorme distancia de los 40,4 millones de 2014. En este caso, el incremento alcanza el 190,3%.
En la rama privada, el único punto negro aparece en la edificación no residencial (como oficinas o centros comerciales), aunque en este caso el director de la patronal recuerda que se ha dado un descenso tras unos años con una actividad especialmente alta en este apartado. Si durante el primer semestre del pasado ejercicio la inversión es este campo fue de 52,5 millones de euros, durante este año este importe se ha reducido hasta los 46,7 millones, es decir, un 11%. Esta bajada, sin embargo, aparece en la actividad con un menor peso dentro del sector.
La obra pública no ha alcanzado el impulso que ha mostrado el sector privado, pero también presenta un comportamiento muy positivo. En concreto, las administraciones estatal, autonómica y locales han invertido durante el primer semestre de este año 149,6 millones de euros, frente a los 92,7 millones de 2014, lo que implica un alza del 61,3%. Un dato a tener en cuenta es que esta mejoría se produce coincidiendo con un periodo preelectoral.
En cualquier caso, hay que recordar que las empresas constructoras de las islas llevan meses advirtiendo de que esta reactivación no va acompañada solo de aspectos positivos. Así, se destaca que muchos de los proyectos que ahora se ponen en marcha son adjudicados a firmas procedentes de la península, y que además impulsan otro problema existente: las obras que se ejecutan se cobran a unos precios excesivamente ajustados por la guerra abierta entre empresarios para poder hacerse con alguna de estas obras.
Cal y arena para el Govern
En este contexto, desde la asociación balear de constructores se da una de cal y otra de arena para el nuevo Govern. La valoración positiva se la lleva la conselleria de Turismo, después de que su directora general, Pilar Carbonell, haya anunciado que se va a mantener la norma que permite a los hoteles de las zonas maduras aumentar sus alturas si hacen obras para elevar su categoría, y que se va a reforzar el personal que se dedica a tramitar estos proyectos de reforma para que todos aquellos que desean ejecutarlos durante el próximo invierno puedan hacerlo.
En este caso, Manuel Gómez aplaude el que se sigan facilitando estas actuaciones y que no se cree incertidumbre entre los inversores. Hay que tener en cuenta que estas reformas son las que están protagonizando la reactivación más intensa dentro del sector constructor y que los hoteleros han anunciado que durante la próxima temporada baja tienen la intención se seguir impulsando estas iniciativas, tanto por la mejora en la competitividad que estas obras aportan como por la subida de precios que posteriormente permiten acordar con los tour operadores.
Por contra, la crítica va dirigida a la conselleria de Comercio por la aprobación de una moratoria de seis meses para la implantación de nuevas grandes superficies. Según Gómez, esta suspensión de licencias durante medio año frena nuevas inversiones y la creación de más puestos de trabajo.
