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Entrevista

Mohammed Harit: "He recibido a muchos inversores de Mallorca interesados en Marruecos"

Harit, diplomático y experto en lengua y literatura hispanoaméricana, posa en su casa de Son Puig junto al retrato de Mohammed VI. Manu Mielnizuk

-Celebraban ustedes esta semana los 16 años de la llegada del Mohammed VI al trono, ¿cuáles son los motivos para celebrarlo?

-Es una fiesta nacional que celebramos anualmente para conmemorar la entronización de su majestad el rey Mohammed VI, comendador de los creyentes y garante de la unión del país. La fiesta sintetiza la simbiosis entre el rey y el pueblo marroquí.

-¿Cómo ha evolucionado Marruecos en estos 16 años?

-Han sido 16 años de avances en términos democráticos, políticos, de apertura y modernización del país, manteniendo siempre nuestras tradiciones y nuestra propia identidad. La comunidad internacional se ha percatado de los avances extraordinarios propiciados por los pasos que dio su majestad el rey.

-¿Qué momento viven las relaciones entre ambos países?

-Somos dos países vecinos y amigos, con una relación extraordinaria entre su majestad el rey Felipe VI y su majestad el rey Mohammed VI. Más allá de los colores políticos de los gobiernos de ambos países, la relación es estrecha y somos conscientes de la importancia de mantener la relación. Hay una abanico importante de sectores en los que profundizar la relación y de ello se habló en la última reunión de alto nivel entre ambos estados.

-Hace dos años le mandaron a usted aquí, un diplomático con años de experiencia en embajadas de nivel. ¿Por qué tanto interés por la isla?

-La cooperación a través de consulados es muy importante. Más allá de las prestaciones consulares que ofrecemos a nuestros conciudadanos, somos una plataforma para dar visibilidad a la relación que tenemos con las islas. Se trata de fomentar la cooperación de forma descentralizada. Me siento honrado de ser el primer cónsul acreditado en Palma. Antes teníamos la oficina de referencia en Barcelona.

-Bien, pero no ha respondido a mi pregunta, ¿por qué Mallorca? ¿Intereses estratégicos aquí?

-Manda esta voluntad compartida de dar visibilidad a la relación. Tenemos un colectivo ciudadano muy importante presente aquí y además hay muchos sectores en los que trabajar conjuntamente para cooperar de forma modélica, en niveles como el turístico y el logístico. Compartimos el Mediterráneo. Queremos colaborar para convertir esta ribera del Mediterráneo una zona de paz, prosperidad y cooperación.

-Lleva más de dos años aquí, ¿qué ha conseguido en este tiempo?

-Voy a cumplir mi tercer año, el tiempo pasa rápido. Hemos sentado las bases de una cooperación institucional con Balears. Por ejemplo tuvimos la visita en enero de 2013 del expresident Bauzá a Marruecos y la de nuestro ministro de Transporte y Logística a Mallorca, en enero de 2014. Aparte de la relación institucional, hubo reuniones importantes para planificar los sectores en los que trabajar, sobre todo ese turismo y esa logística de comunicación. Estamos trabajando en la visita de nuestro ministro de Turismo.

-¿Le ha sorprendido algo de lo que se ha encontrado en la isla y en su comunidad marroquí?

-Soy conocedor de la historia y literatura española, un hombre de letras especializado en literatura española e hispanoamericana, y estaba en la Embajada en Madrid, con lo que ya conocía bien el país. Y mi aterrizaje en Mallorca ha estado marcado por la ilusión. La mantengo y tengo relación excepcional con mucha gente. A nivel institucional, agradezco que me hayan abierto tantas puertas. La gente de Balears tiene muchas afinidades culturales con Marruecos. Hay muchos rasgos que compartimos, y facilitan el entendimiento.

-La comunidad marroquí, esas 24.000 personas, es una de las que se ha mostrado más estable durante la crisis.De hecho, hay tantos como antes, pese al azote del paro. ¿A qué responde ese arraigo mientras ciudadanos de otras nacionalidades volvían en gran número a sus países?

-Llevamos aquí varias generaciones, ya no es una comunidad nueva. Están los padres, los hijos y los nietos. El arraigo es por ello grande, se sienten acogidos e integrados, hemos tenido mucha vida aquí. Las crisis, aunque sean duras como esta, pasan. Y hemos notado solidaridad.

-La crisis ha golpeado a todos, mallorquines y foráneos, pero es cierto que se ha cebado mucho con los inmigrantes, obligados demasiadas veces a trabajar en condiciones de ilegalidad y explotación. ¿Se lo han hecho llegar los marroquíes?

-No, a decir verdad, no me ha llegado ninguna queja en este sentido. Al contrario, conozco mucha gente integrada aquí, gente muy trabajadora, que suda la camiseta, como decís los españoles, gente que sale adelante con actitud optimista. Tenemos empresarios, trabajadores de agricultura, hostelería, construcción?"Tenemos que colaborar y convertir esta ribera del Mediterráneo en una zona de paz y prosperidad"

-¿Cómo es el marroquí medio que hoy vive en Mallorca?

-La percepción que tengo es que no hay un tipo, es muy variado. Tenemos doctores, empresarios, médicos, autónomos. Pero hay una cuestión que me preocupa y me ha llamado la atención: el número insignificante de alumnado marroquí que hay en la universidad, que no está equilibrado con la relevancia del colectivo.

-¿A qué cree que responde esa escasa presencia en la educación superior?

-El porcentaje es insignificante. Si lo comparamos con el número de marroquíes aquí, nos queda mucho por hacer. En ese sentido, nuestra tarea es sensibilizar a los padres para que estén presentes en los consejos de los centros, para que se involucren más en la vida educativa. Estamos hablando con la universidad, me he reunido con el rector y el vicerrector. Ahora intentamos buscar caminos para que se evolucione y superemos esta situación. El diagnóstico está.

-¿Y cuáles son las causas? ¿Barreras idiomáticas, socieconómicas?

-Idiomáticas, no. Y la crisis está claro que ha tocado a todos, pero creo que es algo más familiar. Lo percibo en las chicas, cuyo porcentaje es todavía menor. Por eso en las reuniones con nuestro tejido asociativo insistimos mucho en trabajar en ese sentido, para que pensemos en nuestros niños y los proyectemos en el futuro de la sociedad mallorquina. Y eso pasa por la formación. Tenemos una generación muy cualificada y hay que aprovecharla."La gente de Balears tiene muchas afinidades culturales con Marruecos. Facilita el entendimiento"

-¿Pero por qué cuesta más con las chicas? ¿Alguna cuestión religiosa, cultural, la vieja pelea del velo y las escuelas?

-No responsabilizo a nadie en ese sentido, hay actitudes de los padres que entiendo pero no justifico. Hay que trabajar. Aunque no es una cuestión religiosa, no se puede hablar de eso: en Marruecos tenemos ministras, diputadas en un porcentaje muy importante. Se ha evolucionado en igualdad con el reinado de Mohammed VI, que ha impulsado un cambio jurídico a nivel del código de familia, que da a las mujeres más oportunidades, algo revolucionario en el mundo musulmán.

-Son la comunidad inmigrante más numerosa de la isla, pero no la más ruidosa. ¿Es mi impresión o tienen poca presencia en la vida pública y política de Mallorca?

-Cierto y es el momento de hablar de eso, de la participación en la vida política, en los partidos, en las instituciones. Pero ya en las pasadas elecciones hubo un marroquí en lista en Sa Pobla. Poco a poco se va rompiendo la barrera y se avanza en la integración y la participación."Los marroquíes llevamos aquí generaciones, padres, hijos y nietos, por eso no nos hemos ido con la crisis"

-Le veo satisfecho, pero supongo que habrá situaciones que mejorar. ¿Cuáles son los problemas que tiene la comunidad marroquí en Mallorca?

-Están relacionados sobre todo con comunicación, conocimiento de la normativa en materias como la entrada y salida del país. Ha habido sanciones a gente que tenía un período que no debe superar fuera del país, que se producen errores por no estar informados o no haberlo entendido [se refiere a las sanciones a trabajadores marroquíes que pidieron el paro y se fueron meses a su país, algo que inhabilita para cobrar el paro]. Hemos trabajado con las instituciones para solucionarlo. Hay fluidez con las instituciones.

-Hablaba usted de la visita del entonces president Bauzá a Marruecos. Entonces dijeron el expresidente y usted mismo que había proyectos de inversión en marcha. ¿En qué han quedado?

-Sí, claro, ha habido avances y vamos a seguir trabajando con el nuevo Govern en esto. Hay creciente relación entre empresarios mallorquines y marroquíes. He recibido en mi despacho a empresarios mallorquines que quieren invertir en Marruecos, de sectores como el hostelero. Hay sectores que vamos a reforzar, con la implicación de nuestras embajada en Madrid. Sobre todo el sector turístico y las empresas de transporte y logística. Estamos por ejemplo trabajando para que haya un vuelo directo entre Marruecos y Mallorca. Hay mucha demanda."Me preocupa el número insignificante de marroquíes que hay en la universidad"

-De ese vuelo se habla hace años y no fragua. Las aerolíneas han retirado conexiones con el norte de África por la amenaza terrorista en países como Túnez y Argelia. ¿Afecta ese temor a las negociaciones para poner un vuelo Mallorca-Marruecos?

-No, no lo creo, no tiene nada que ver, porque Marruecos, como sabe, es seguro. Con su majestad el rey Mohammed VI, nos hemos adelantado mucho en el proceso democrático, las reformas en la Constitución y el avance social. Lo perciben ustedes cuando visitan Marruecos.

-Tampoco ustedes están exentos. Hubo hace años un atentado en Marruecos y contra intereses españoles, como ahora con el hotel de la cadena Riu atacado en Túnez.

-Sí, en Marruecos, en la casa de España..."Hay menos chicas en la universidad. Hay actitudes de los padres que entiendo pero no justifico"

-Como analista geopolítico experimentado que es, ¿le preocupa el avance del Estado Islámico y el terrorismo fundamentalista?

-No, creo que las reformas que ha emprendido Marruecos? Marruecos siempre ha condenado la violencia y el terrorismo bajo la forma que sea. En este sentido, la cooperación internacional y la involucración de todos los actores debe desembocar en soluciones para este mundo desestabilizado.

-Marruecos se libró de la inestabilidad política que surgió tras las revoluciones de la llamada 'primavera árabe'. Pero ¿temen un contagio de esta violencia e inestabilidad, con atentados en Túnez y Egipto, revueltas constantes en casi todos los países del norte de África y el Estado Islámico avanzando a sangre y fuego?

-No, Marruecos toma todas las medidas necesarias de control y cooperación internacional para evitarlo. Influye el hecho de que su majestad el rey, además de ser jefe de Estado, es comendador de los creyentes y las reformas introducidas a través de los imanes funcionan. Nuestro rito es malekita, se ensalza la virtud, la tolerancia, el perdón, la convivencia, la apertura y se huye de actitudes fanáticas. Somos una sociedad abierta en la que siempre han cohabitado musulmanes, cristianos, judios. Tenemos iglesias y sinagogas."¿Presencia pública? Poco a poco se va rompiendo la barrera y se avanza en la integración"

-También las tiene Francia y ha sufrido ataques terroristas. España está en máxima alerta al respecto y acabamos de ver un ataque a hoteles en Túnez. ¿Cree que el terrorismo fundamentalista es una amenaza real para España y para Mallorca?

-Yo, no? Creo que la cooperación entre los países es fluida y debemos asociarnos para hacer frente a estos extremismos. Yo soy muy optimista. Saludo mucho esta cooperación.

-Es importante también el mensaje que trasladen los imanes a la comunidad musulmana de Mallorca. ¿Es integrador el mensaje que se está transmitiendo en las mezquitas?

-Sí, claro. Los imanes aquí no vehiculan un mensaje de ese tipo, al contrario, rechazan la violencia siempre que tienen oportunidad y trasladan un mensaje de tolerancia, siempre abierto.

-Aun así es difícil de controlar. Hace diez días detuvieron a una mujer en Canarias, que hacía de reclutadora para el Estado Islámico. ¿Podría darse aquí?

-Bueno, no sé... Eso lo saben los expertos que trabajan en ello. Yo no puedo meterme en la política interna de los países.

-La presidenta de Balears acoge en su casa cada año niños saharáuis. ¿Qué le parece?

-Yo lo que puedo decir es que Marruecos ha hecho los esfuerzos necesarios para poner fin a este artificial conflicto. Hay un proyecto de autonomía para nuestras provincias del sur. Es una autonomía que goza de apoyo internacional, una propuesta seria, creíble, que es capaz de hacer que nuestros conciudadanos, la minoría que está en los campamentos de Tinduf, puedan regresar a su país, Marruecos.

-La situación lleva una década enquistada y sin visos de cambiar, con los refugiados en peores condiciones?

-Marruecos ha hecho los deberes, a nivel interno e internacional. Y los proyectos de desarrollo socioeconómico no paran. Estamos haciendo todo lo posible. ¿Quién lo frena? Es el otro lado, Argelia es responsable.

-¿Y qué le parece que en el actual Govern haya tantos cargos que hayan declarado su apoyo a la causa independentista saharaui? ¿Se lo dicen a usted?

-No. Desde luego no. La postura de España en este sentido es conocida. Marruecos ha hecho, hace, y seguirá haciendo los deberes para poner fin a este artificial problema. Espero que Argelia vuelva a la razón.

-¿Qué retos se plantea como cónsul para los próximos años?

-Situar las relaciones entre Balears y Marruecos en el nivel deseado, que cooperemos más en varios sectores. Estamos trabajando en ello con todas las instituciones en Balears, remando todos en el mismo sentido.

-¿Qué mensaje les manda a sus compatriotas?

-Les transmito siempre un mensaje de optimismo, les digo siempre que apuesten por tener a sus hijos en la universidad. Es muy importante. Y quiero que sepan que el consulado está muy atento a sus demandas y necesidades. Pero la formación y la enseñanza son las herramientas clave para el presente y para el futuro.

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