Cuando aún falta lo mejor, el año pinta muy bien. Lo dice la estadística oficial que se mide en euros, la de gasto turístico que distribuye el Ministerio de Turismo del Gobierno español, que ayer incluía dos datos: el del primer semestre del año y el del mes de junio en solitario. Y a cual mejor. El que habla del primer semestre deja a Balears con un máximo de ingresos turísticos procedentes de los viajeros internacionales. Según la Encuesta de Gasto Turístico, el sector facturó en las islas hasta junio 3.750 millones de euros, un 8,4% más que en el tramo inicial de 2014. A ese montante se suman otras 638 millones de euros de ingresos captados entre viajeros españoles, una fuerte subida apuntalada por el avance de Semana Santa y un buen arranque de temporada en junio. En total el sector hizo caja durante el primer semestre del año por valor de 4.388 millones. Eso implica una subida de 400 millones en los ingresos, que parece que tendrá continuidad durante el verano.

De hecho, el segundo buen dato es el del mes de junio en solitario. Con la temporada ya lanzada, las islas facturaron 1.579 millones de euros, una cifra que aporta al sector casi tanto como los cinco meses anteriores juntos. Por eso es especialmente reseñable el avance del del 2,9% en la facturación de junio, mes en el que Balears quedó a la par de Cataluña como grandes potencias del turismo nacional.

Eso cambiará en próximos datos, en julio y agosto, cuando Balears liderará como suele la facturación por turismo internacional. Está por ver qué ocurre con el nacional. En el sector esperan subidas por encima del 10% entre los viajeros españoles, impulsadas por la reactivación del mercado nacional. Ya se detectó en Pascua, y la esperanza es que el turista español ayude a compensar el hundimiento del mercado ruso.

La buena marcha del negocio en Balears tiene eco en el resto de España. Aunque las islas incrementaron su facturación por encima de la media (8,4% frente al 7,4% estatal), lo cierto es que varias regiones crecieron incluso más. Es el caso Madrid (11,4%, una subida espectacular para un destino menos estacional) y de Andalucía (9,7%). En general avanzaron todas y España facturó 28.287 millones de euros entre enero y junio, el mejor dato de toda la serie histórica.

Libras y dólares

El avance tiene mucho que ver con el Reino Unido. Y con su libra de poderío creciente frente a un euro lastrado por la constante crisis institucional, con escenario últimamente en Grecia. Los británicos se dejaron en España hasta junio 5.727 millones de euros, un 9,8% más que un año antes. Y lo mismo que le ocurre a la libra le pasa al dólar. El billete verde cotiza más fuerte que nunca desde la fundación del euro. El resultado es que el turismo americano regó España con 1.600 millones de euros, un incremento brutal, del 26%, el mayor de todos los mercados emisores.

También los franceses están fuertes, así en Mallorca como en el resto de España: aportaron 2.692 millones al turismo español, menos que británicos y alemanes, sí, pero tras crecer un 12,8%. Alemania en cambio se estanca, al menos en lo que a gasto turístico en España se refiere: su desembolso avanzó un tímido 0,5%, hasta los 4.416 millones de euros.

Al buen momento turístico contribuyen otros dos hechos, también reflejados en los datos oficiales. El primero tiene que ver con el tipo de alojamiento: mejora tanto la facturación a través de viajeros que se hospedan en hoteles (un 5%), como la que aportan quienes buscan alternativas como el alquiler (en este caso el aumento es mucho mayor, del 12,2%). El segundo factor a analizar es el rápido crecimiento de los ingresos que generan turistas que viajan sin paquete turístico, un 10% de alza que contrasta con el 1,9% del denostado paquete turístico, muchas veces de todo incluido.

Debilidades

Aunque los datos también destacan algunas de las debilidades del turismo balear. La más preocupante hace tiempo que es tendencia: los turistas reducen su tiempo de estancia en las islas. Están menos, aunque gastan más, pero porque son más, no porque cada uno de ellos gaste más. Dicho de otro modo, Balears está creciendo de modo cuantitativo, gracias a la avalancha creciente de turistas de un nivel adquisitivo similar o incluso menor. A ello apunta el hecho de que el gasto medio por turista sea de 853 euros en las islas, muy lejos de los 1.225 euros de Madrid o los casi 1.100 de Canarias y Andalucía.