El Govern y los partidos que le apoyan, Més, Podemos y PSIB, decidieron ayer retirar del orden del día del pleno del Parlament de hoy la elección del nuevo director general de IB3. El motivo es la falta de consenso entre las fuerzas del Pacto y también con el PP. La pasada semana cada uno de los partidos de izquierdas puso sobre la mesa un nombre para dirigir la televisión pública y se los presentaron a los populares para que eligieran a uno de ellos, ya que para la elección se necesitan dos tercios de la cámara autonómica. Lo que ocurre es que entre el Pacto no había un acuerdo concreto. El PP comunicó ayer que podía apoyar al candidato propuesto por Més per Menorca, el exdirector de la Cope Pere Bagur, si además tenía la posibilidad de nombrar a los jefes de informativos. Una propuesta que la izquierda se negó en redondo.

El Govern y los partidos que lo apoyan, ante las dificultades para llegar a un acuerdo entre ellos y con el PP, decidieron ayer crear una comisión de expertos para elegir el perfil del nuevo director general de IB3 y el modelo de la televisión pública. Desde el Ejecutivo autonómico destacaron que es importante que por primera vez se anteponga buscar el modelo de IB3 antes que a los cargos. Esta comisión de expertos trabajará durante el mes de agosto para poder acometer los cambios que necesita la televisión pública a partir del mes de septiembre.

La propuesta del PP encendió las alarmas entre los partidos que apoyan al Govern, ya que vieron como los populares podrían apoyar al candidato que no querían ni Podemos ni socialistas. Los cuatro candidatos propuestos tienen pros y contras para sus compañeros de coalición y así lo dejaron claro desde las diferentes formaciones del pacto. Bagur no es del agrado de Podemos y de PSOE. Asimismo, Xesca Vidal, propuesta por Podemos, despierta reticencias entre los socialistas y Més al haber sido una profesional que tuvo cargos con el PSOE y ahora se ha pasado a Podemos. Joan Marí, el propuesto por Més per Mallorca, estará entre los directivos del ente pero el resto de partidos no lo ven como director general. De igual modo, Antoni Sintas, propuesto por el PSOE, se le considera un candidato de perfil bajo y no es periodista ni gestor, es ingeniero en telecomunicaciones.

Ante esta situación, se decidió retirar del orden del día del pleno de hoy la elección del director general. La izquierda apostará por consensuar un nombre antes de presentarlo en el Parlament para su designación. Tampoco quieren aceptar que el PP pueda elegir los responsables de informativos de la radio y la televisión pública, ya que consideran que esta es una misión que corresponde a los nuevos directivos del ente público.

Cambiar la Ley de IB3

Para superar el escollo de los dos tercios del Parlament no quedará otro remedio que modificar la Ley de IB3. El objetivo es que se pueda escoger con mayoría absoluta al máximo responsable del ente público. Los dos tercios del Parlament actuales significan 40 votos favorables de parlamentarios. Los partidos de la izquierda cuentan con 34 y por ello necesitan al PP. La otra opción es esperar seis meses y que el Govern lo nombre con un acuerdo de la cámara autonómica que cuente con más de 30 votos. Esta última posibilidad también ha sido descartada.

Tanto Podemos, como Més y PSOE coinciden en que es preciso cambiar le ley porque no quieren hacer lo mismo que el PP en 2011. Bauzá tuvo que nombrar a su vicepresidente Antoni Gómez durante seis meses como director de IB3 hasta poder designar a José Manuel Ruiz con mayoría absoluta.

Entre los partidos del pacto de izquierdas también están sopesando la fórmula para acometer el cambio de la norma que rige a la televisión pública. Algunos son partidarios de realizarlo vía decreto ley para después convalidarlo en el Parlament. Sin embargo, la propia presidenta del Govern, Francina Armengol, no es partidaria de optar por la vía del decreto ley, una fórmula muy utilizada por el anterior Govern del PP y que fue duramente criticada por parte de los partidos de izquierda.

No obstante, lo que está claro es que si quieren acometer los cambios en el ente público de forma rápida es la mejor solución. Esperar a la vía ordinaria para cambiar una ley supondría retrasar la elección al mes de octubre. Ninguno de los tres partidos de izquierdas está dispuestos a esperar varios meses más.