José Ramón Bauzá, dos meses después de anunciarlo, dejó ayer de ser el líder del Partido Popular de Balears. Bauzá dimitió ayer de la presidencia del partido, no sin recibir fuertes presiones de la cúpula popular de Madrid y de las bases del partido, que consideraban que su permanencia en el cargo avivaba la batalla internaque está viviendo la formación.

El expresident del Govern explicó que dimitió cumpliendo su palabra de que dejaría el cargo cuando hubiera un nuevo presidente de consenso. Con estas palabras, Bauzá aceptaba el principio de acuerdo alcanzado el jueves por los críticos y los oficialista y que contaba con la ratificación expresa de Madrid: Miquel Vidal debe ser el presidente del PP.

No obstante, la marcha de Bauzá, justo al contrario de lo que se creía, no ha servido para firmar la paz en la guerra civil popular. Después de que Madrid ratificara a Vidal de presidente interino del PP, con el beneplácito de las dos facciones, a altas horas de la noche el líder de los oficialistas rompieron el consenso. Jaume Bauçà, empujado por los de Bauzá, y especialmente por los rodriguistas, comunicó a Vidal y a Sebastià Sagreras que no estaba de acuerdo en convertir al secretario general en presidente. Añadía que pensaba presentar su candidatura para forzar una votación en el comité ejecutivo que se debe elegir presidente interino.

Ayer por la mañana, Bauçà se presentó en la sede del PP de Balears acompañado de la exconsellera Sandra Fernández, una de las cabezas visibles de los rodriguistas. El exalcalde de Montuïri estuvo poco más de 10 minutos en la sede del PP. A su salida no quiso hacer declaraciones. Solo afirmó que había "acudido para hablar con el secretario general -Vidal-, pero como no está ya volveré en otro momento". Pese al desplante de un sector oficialista cada vez más reducido, en el PP afirman que no hay vuelta de hoja. Miquel Vidal será el presidente hasta el congreso de principios de 2016. Madrid así lo ha ratificado y no se volverá para atrás en la decisión. Lo que ya no está tan claro es que Sagreras y Bauçà sean vicepresidentes.

Fuentes populares aseguran también que "José Ramón ya no está detrás de esta maniobra". El expresident ya considera a Vidal a su sucesor, pese a que ayer en ningún momento lo nombró. Es más, José Ramón Bauzá emplazó ayer a Vidal a buscar una solución al conflicto interno. Barones del PP afirman que detrás del nuevo ataque están los rodriguistas y algunos del entorno de Bauzá de su época del Consolat. Entre otras cosas, tal y como ha venido publicando este periódico, quieren controlar la confección de las listas a las elecciones generales, una decisión que corresponde al presidente del PP balear.

Álvaro Gijón contra Mateo Isern

La pugna entre los conservadores isleños se centra en designar al cabeza de cartel a las elecciones generales del mes de noviembre. José María Rodríguez y su grupo quieren que sea el diputado y concejal Álvaro Gijón. Pero los críticos apuestan por Mateo Isern, el enemigo público número uno de Rodríguez y de Bauzá.

Los oficialistas entienden que Miquel Vidal es cada vez más cercano al sector crítico y por ello temen que acepte colocar a Isern de candidato al Congreso de los Diputados. Bauçà ha hecho el mismo desplante que realizaron los críticos el pasado fin de semana. Cuando se dieron cuenta de que el exalcalde de Montuïri estaba controlado por Bauzá y Rodríguez reaccionaron presentado al alcalde de Campos, Sebastià Sagreras, para forzar una votación. El jueves por la noche, los rodriguistas advirtieron de que Vidal se podría estar alineando con Sagreras, Company, Sansaloni e Isern y rompieron el consenso para forzar una votación. Fuentes cercanas a Rodríguez apuntan que creen que, si hay votación en el comité ejecutivo para elegir presidente, pueden ganar. Sin embargo, los críticos afirman que ellos cuentan con los apoyos suficientes en la part forana y tienen el respaldo del PP de Eivissa y el de Menorca.

Bauzá se despide con una carta

José Ramón Bauzá, después de presentar su dimisión como presidente del PP, remitió una carta al partido. En ella expone que "ha sido un orgullo y un honor" haber sido el líder popular seis años.

El expresidente del Govern visitó ayer la sede del PP para formalizar su dimisión. A la salida no quiso pronunciarse sobre a qué sector prefiere: "Yo apoyo al Partido Popular", aseveró un diplomático Bauzá. De igual modo, indicó que procurará visitar el Parlament para seguir la política Balear y trasladar al Senado las iniciativas que se aprueben.