Surferos, venid: Mallorca os ofrece 175 días de olas, además de unas temperaturas que permiten la práctica de este deporte tanto en invierno como en verano.

Así lo refleja la tesis doctoral de Patricia Peñas de Haro, defendida en la Universitat, que identifica y cartografía las localización de la práctica del surf y el bodyboard, analiza el oleaje y también fija un calendario sobre las épocas más favorables para practicar este deporte.

Posibilidades turísticas

Según la investigación, Mallorca es un área "idónea" para la práctica de estos deportes, tanto por las características físicas del litoral como por las olas. Con todo, la investigadora concluye que esta actividad puede convertirse en un elemento "importante" para la economía local, al ser otro posible filón de turismo activo. Además, podría contribuir a la tan ansiada desestacionalización ya que los meses de invierno son los que registran una mayor cantidad de días con oleaje adecuado.

Estas prácticas deportivas tienen cada vez más adeptos y en las últimas décadas se ven cada vez en mayor número en más costas de todo el mundo. En el litoral mallorquín, la investigadora ha contabilizado un total de 36 puntos muy frecuentados por surferos, en playas o zonas rocosas bajas, según ha concluido a través de la observación y de realizar entrevistas a varios aficionados.

Analizando las características de estas localizaciones, Peñas diferencia las que están más expuestas a la dirección del oleaje predominante y las que únicamente registran olas aptas en circunstancias atmosféricas no habituales. Los puntos con mayor porcentaje de días de oleaje a lo largo del año (con valores que superan el 20% de las jornadas) se encuentran en la costa nordeste de Mallorca y corresponden a Cala Mesquida y Cala Torta.

Condiciones térmicas

La costa es idónea. Y el mar que la baña también. La investigadora demuestra en su trabajo que el mar mallorquín tiene características que favorecen la práctica del surf. En primer lugar, por las condiciones térmicas, ya que las temperaturas suaves permiten practicarlo durante todo el año. Eso sí, en invierno y principio de la primavera, cuando la temperatura mínima ronda los 13 grados, es imprescindible usar traje de neopreno.

Otra circunstancia favorable es que los vientos fuertes azotan Mallorca durante buena parte del año, lo que resulta favorable para crear las olas necesarias. El entorno del Mediterráneo occidental se encuentra, entre el otoño y hasta la primavera, en el "área de conflicto" entre las masas de aire polar y tropical, ligado a la circulación de vientos de componente este. A esta condición, se suma la peculiar orografía que rodea la cuenta Mediterránea occidental, lo que implica "una gran capacidad ciclogenética durante la estación fría". ¿Y qué implica esto? Estas perturbaciones refuerzan particularmente los vientos de determinados componentes que contribuyen a crear olas para los surferos, unas condiciones que proliferan especialmente entre octubre y mayo.

Al analizar la dirección y altura de las olas a partir de un trabajo de observación realizado durante el período 1999-2008, la ya doctora establece un valor medio de 175 días favorables para practicar surf o bodyboard en al menos una localización de la isla.

El número de días con oleaje varía según la estación, siendo el invierno la más proclive ya que durante cada mes hay unos 17,7 días en los que se puede hacer surf en algún punto de Mallorca. En verano sin embargo, los vientos débiles o calmados predominan, con lo que solo se puede surfear durante 8,8 días al mes. Tanto en primavera como en otoño la media mensual de días de olas es de 16.

Con todo, Patricia Peñas, que ha elaborado su tesis bajo la supervisión del doctor Miquel Grimalt, del departamento de Ciencias de la Tierra, concluye que Mallorca dispone de las condiciones naturales óptimas para practicar estos dos deportes, lo que le otorga "un gran potencial" para el desarrollo de estas prácticas en el futuro.