PSIB-PSOE y Més pisan el acelerador, conscientes de que muchos votantes de izquierdas están empezando a desilusionarse por la demora en conformar el nuevo Govern y sus continuos rifirrafes antes de estrenarlo. Ayer Francina Armengol y Biel Barceló limaron asperezas y vuelven a estar en sintonía. Hoy empiezan a negociar de verdad, entrando en el diseño del nuevo organigrama y el reparto de carteras. Aunque lo han silenciado en aras a escenificar su pulso, ambos partidos llevan días ultimando listas de nombres y sondeando a posibles directores generales y consellers.
La intención es dejar un Ejecutivo de diez conselleries, que PSOE y Més se distribuirán proporcionalmente en función de sus resultados (probablemente 6 a 4). No obstante, hay voces en Més que exigen un reparto equitativo. En cuanto al peso político, hay acuerdo entre las dos fuerzas para que esté equilibrado: Armengol como presidenta del nuevo Govern, de un lado, y del otro Barceló como vicepresidente y su mano derecha Fina Santiago como portavoz.
Socialistas y econacionalistas se disputarán a partir de esta mañana las áreas tradicionalmente más potentes: Educación y Turismo, y en menor grado Sanidad, por ser la más problemática y que quiere el PSOE. Éste batallará fuerte para quedarse Educación, cartera que tiene nombre decidido desde antes de los comicios: Martí March. Aún así, los socialistas estarían dispuestos a cederla según cómo se desarrollen las negociaciones, al igual que Turismo, pero en ningún caso ambas. "Més tendrá que elegir", señala un dirigente del PSIB.
Los econacionalistas tienen entre el colectivo docente un nutrido caladero electoral, y de entrada no pueden renunciar a la conselleria del ramo, máxime después de haber capitalizado el voto de los camisetas verdes. Sin embargo, su reto en la inminente legislatura es desvincularse de las carteras que tradicionalmente se le han asignado y abrirse a nuevos campos. En este sentido, cobra fuerza la posibilidad de que Més gestione esta vez Turismo. El propio Biel Barceló es el nombre que más suena dentro y fuera de la formación para ocupar el cargo. Los ecosoberanistas buscan rentabilizar la figura de su líder como "el conseller que reimplantó la ecotasa", uno de los proyectos estrella para los próximos cuatro años.
Con todo, Economía -comercio, pequeños empresarios...-, es el ámbito en el que mejor se maneja Barceló, por lo que no se descarta que finalmente se centre en ese departamento. Lo que está fuera de discusión es que será vicepresidente del Govern, con un papel relevante y compartiendo protagonismo con Armengol. De hecho, Barceló probablemente será quien presidirá la constitución del nuevo Consell de Menorca.
Otra área en discusión es Trabajo, a la que se quiere dar especial relevancia por la precariedad laboral y el elevado desempleo. Los socialistas apuestan con fuerza para que el titular sea Iago Negueruela, un Inspector de Trabajo y Seguridad Social considerado un valor de izquierdas en alza por el PSIB. Negueruela no es militante, al igual que March. Ello no fue óbice para que Armengol los incluyera en su lista. "Francina busca gobernar con independientes", aseguran desde las filas socialistas. En Més gusta el perfil de Negueruela, que también se considera próximo ideológicamente a Podemos. No obstante, los ecosoberanistas podrían pugnar también por dicha plaza, e incorporarla como una dirección general potente en la vicepresidencia de Barceló.
Hacienda, para el PSOE
En principio todo apunta a que el PSIB estará al frente de Sanidad, para la que hay varios nombres en liza del anterior equipo, y Hacienda. El nombre de Andreu Alcover sonó para esta última conselleria, pero se está buscando otro perfil para lidiar la guerra con Madrid por el nuevo sistema de financiación autonómica. Los socialistas intentarán convencer a Joan Rosselló, que fue director general con Carles Manera, pero su sí se antoja complicado. En cuanto a Servicios sociales, sería la cartera de Santiago.
Agricultura no está claro quien se la queda. El PSOE no encuentra el currículum adecuado; entretanto, el exconseller Mateu Morro se mueve a destajo, pero en Més descartan de plano que vaya a repetir. Se planteará incorporar esta área con Medio Ambiente. Més quisiera tener de conseller a su exconcejal en Palma Antoni Verger, pero su imputación judicial por el caso Trenes sigue siendo un obstáculo, y aunque desde el partido auguran que en breve quedaría archivada la causa para él, no se prevé que llegue a tiempo.
