Eugenio Hidalgo, el exalcalde de Andratx, fue ayer de nuevo condenado en una de las piezas del llamado caso Voramar. Se trata de una condena por un delito de falsedad en documento oficial, que le supondrá pagar una multa de 2.400 euros, pero se convierte en la quinta sentencia condenatoria dictada contra el exedil de Andratx, que fue detenido en el año 2006 en una operación coordinada por la fiscalía. De hecho, se convirtió en la primera gran operación realizada en Mallorca contra la corrupción urbanística. Hidalgo se sentó ayer en el banquillo por quinta y última vez. Tras pasar una larga temporada en la cárcel, en estos momentos está en libertad. Defendido por el abogado David Salvá, el expolítico alcanzó un acuerdo con el fiscal Juan Carrau, que inicialmente pedía una condena de cárcel, pero que modificó por una sanción económica. Hidalgo compartió ayer el banquillo con el excelador de obras de Andratx, Jaume Gibert, que también aceptó declararse culpable a cambio de una condena de un año y ocho meses de cárcel. El tercer acusado es un propietario que, gracias a sus amistades con los políticos, intentó con documentos falsos lograr una autorización para construir una vivienda en un terreno protegido. El Ayuntamiento retiró ayer la acusación.