"Las declaraciones y comunicados que durante los últimos meses se han hecho desde la Federación Hotelera de Mallorca solo se entienden en clave electoral", señala un conocido hotelero cuando se le pregunta por qué los resultados del pasado mes de mayo han quedado por debajo de lo previsto. El malestar que existe entre muchos empresarios del sector con su patronal, y más concretamente con el que fuera hasta hace poco su presidente, Aurelio Vázquez, resultan patentes, y el motivo que se esgrime es sistemáticamente el mismo: se ha querido disfrazar como un año excepcional el que en principio no va a pasar de ser un buen ejercicio, similar a 2014, y detrás de esa maniobra se percibe un intento de ayudar al PP a obtener mejores resultados que los que finalmente ha conseguido en las recientes elecciones autonómicas.

"No queremos que parezca que ahora somos más pesimistas porque previsiblemente va a gobernar la izquierda", señala uno de los empresarios consultados, que esgrime que las expectativas que se habían creado no se están cumpliendo "simplemente porque estaban hinchadas" por motivos claramente electorales. En definitiva, lo que se percibe es que se quiso dar una imagen de recuperación económica superior a la real para ayudar al Govern de José Ramón Bauzá, "pero hay cosas que no se deberían hacer con el sello de la Federación Hotelera de Mallorca", se lamenta. En este aspecto, se reprochan las declaraciones de euforia que Vázquez realizó durante el tramo final de su mandato.

Y es que mayo ha sido para la inmensa mayoría de los hoteleros consultados un mes similar o incluso algo peor que el de 2014, lo que confirman los presidentes de las asociaciones de Santa Ponça o de Alcúdia, Antoni Roses y Jaume Horrach respectivamente, o incluso la presidenta ejecutiva de la citada patronal, Inma de Benito, que señala que la ocupación media hotelera del mes pasado se ha situado en torno a un 72%, porcentaje prácticamente idéntico al del pasado ejercicio, y se espera que junio se mueva en torno a un 86%, la misma cifra que hace un año. En este sentido, De Benito insiste en que tanto 2014 como 2015 están siendo buenos ejercicios, y que dependerá de lo que se alargue la temporada el que uno pueda quedar por delante del otro.

El problema, según señala un hotelero, es que "se esperaba demasiado". Y este exceso de euforia en el que se cayó está afectando también a otros sectores, según reconoce el presidente de la asociación de distribuidores de alimentos y bebidas de las islas, Bartolomé Servera.

Al respecto, Servera destaca que la planificación que han hecho estás empresas para poder contar con producto suficiente para garantizar el abastecimiento a los hoteleros se está viendo defraudada, ya que hasta ahora el volumen de pedidos está siendo inferior al que se registró en 2014.

A la espera de ver como evoluciona junio, ahora no se descarta que los distribuidores tengan que contactar con las marcas de alimentación para reducir los pedidos que se habían previsto.