La Fiscalía Anticorrupción ha propuesto a la Audiencia Nacional juzgar a 27 presuntos miembros de la mafia rusa "Tambovskaya Malyshevskaya" que controlaban desde Balears las actividades ilegales en su país, que se centraban, entre otros delitos, a cometer asesinatos. Los fiscales Anticorrupción de Mallorca y de Madrid, Juan Carrau y José Grinda, piden al juez que se cierre la instrucción y siente en el banquillo a los acusados, encabezados por Gennadius Petrov, que fue detenido en Mallorca. Este mafioso ruso se encuentra en estos momentos huido de la Justicia. Fue arrestado en el 2008 en la operación Troika, junto a otros miembros de la organización, en su residencia de Calvià. Huyó, posiblemente a su país, aprovechando un permiso de viaje. Se ha decretado su búsqueda internacional. También está huido su mano derecha, Khristoforov, encargado de los aspectos económicos de la organización.

Los fiscales detallan que esta organización, originaria de San Petersburgo y Moscú, controlaba los negocios desde España. Negocios que incluían tráfico de armas, cohechos, contrabando, tráfico de droga e incluso asesinatos. Invertían los beneficios que lograban en Rusia en intereses en España, gracias a la ayuda de abogados y economistas.

El largo escrito de la fiscalía detalla que los jefes de este grupo criminal mantenían una fluida relación, como demuestra las conversaciones telefónicas intervenidas. La mayoría de los integrantes de este grupo criminal tiene antecedentes penales, no solo en Rusia, sino en otros países.

El escrito de la fiscalía desgrana la estructura empresarial que creó este grupo criminal en España, que consistía en introducir grandes capitales económicos eludiendo el pago de impuestos. Cada integrante tenía un papel asignado dentro de la organización.

Los fiscales describen a Petrov como uno de los grandes jefes de esta potente organización criminal, cuyos integrantes eran amigos que se conocieron en su juventud en Rusia. Muchos de ellos primero fueron matones, para convertirse después en jefes de la mafia.

Anticorrupción también destaca el papel decisivo que tenían los colaboradores más próximos a Petrov en el desarrollo de esta organización. Uno de ellos es el citado Khristoforov, que fue condenado en España por delito fiscal. Un juez le impuso una fianza de 600.000 euros, que pagó el propio Petrov, según destaca la fiscalía, que asegura que este individuo era quien ejecutaba las órdenes que le marcaba su jefe.

Será el juez el que determine el nombre de los acusados que serán juzgados por este asunto.