Fuerte desencuentro entre José Ramón Bauzá y la dirección estatal del Partido Popular. El todavía presidente del PP balear dejó claro ayer que habrá un congreso extraordinario después del verano para elegir a su sucesor, tras la debacle electoral del domingo. Desde Madrid volvieron a desautorizar por segunda vez en 24 horas este cónclave e insistieron que no se celebrará hasta después de las elecciones generales. Pese a esta nueva prohibición, Bauzá mantiene la convocatoria: "Es su compromiso y lo mejor para el partido", apuntan fuentes populares.

El fuerte malestar interno de los críticos por el desalojo del poder se ha acrecentado ante este barullo. Se consideran engañados por el aún líder cuando el martes en la junta directiva regional anunció el congreso, y al día siguiente el PP estatal lo desaprobó. Sintieron que solo era una maniobra para desactivar la rebelión, y a la vez ganar tiempo para dejar atado su relevo y colocar a sus afines en la próxima lista a las generales. "No tiene palabra", "nos ha vuelto a colar un gol", "se ríe de nosotros", son algunos de los duros reproches a Bauzá de los descontentos que buscan decapitarle por los malos resultados en las urnas.

Para calmar las aguas, ayer a mediodía el presidente del PP de Mallorca, Jeroni Salom, emitió un comunicado en el que reiteraba que Bauzá "no se ha movido ni un milímetro" desde el martes, por lo que "habrá un congreso extraordinario después del verano" al que Bauzá "no se presentará". Salom aseguró que el aparato "ya está trabajando en su organización para que éste tenga lugar en septiembre". El cónclave tiene "el visto bueno de Madrid porque Bauzá no se tiraría a la piscina si ésta no tuviese agua", ilustró el presidente insular del PP.

Salom añadió que Bauzá, "antes de anunciar la convocatoria del congreso tuvo conversaciones con Génova [como se conoce a la sede del PP en Madrid] y desde allí le confirmaron que podía hacerlo. Nosotros anunciamos lo que sabíamos que podríamos anunciar", insistió Jeroni Salom.

Sin embargo, por la tarde el Partido Popular respondió a través de la agencia Efe a Salom, desautorizándolo por completo: "El congreso extraordinario de los populares en Balears no podrá celebrarse en septiembre, como ha aprobado la junta directiva regional, sino que tendrá lugar, como el resto de los congresos regionales, tras las elecciones generales". La agencia, citando a fuentes del PP, recuerda que la última palabra para convocar un congreso extraordinario la tiene Madrid. Desde allí se insistió en que no es conveniente para la formación en Balears celebrar este tipo de cónclaves cuando el PP tiene que estar centrado en preparar y ganar las generales.

Pese a esta segunda prohibición expresa, desde la dirección del PP balear se reiteró a este diario que el congreso "es un compromiso" adquirido por Bauzá ante la junta y que no habrá marcha atrás.

Convencer a Rajoy

Desde Palma no lo consideran un desafío de Bauzá a Madrid, y recuerdan que cuando éste anunció unas primarias bajo la premisa ´un militante, un voto´, ya se generaron discrepancias con Génova, que finalmente se salvaron. Están convencidos de que en esta ocasión sucederá lo mismo y Madrid terminará por bendecir el congreso antes de las próximas elecciones.

La actitud mostrada por Bauzá ayer sorprendió un tanto a sus opositores internos. Con todo, no se fían de su palabra y maniobran para que dimita cuanto antes y se nombre a una gestora encargada de dirigir el PP balear hasta que las bases voten a un nuevo presidente. Vista la firmeza de Bauzá en mantener el congreso, de momento todo indica que continuará hasta septiembre al frente del partido, y no despeja si mantendrá el escaño durante la nueva legislatura.

Al respecto, Jeroni Salom dijo "entender" ayer que después del domingo "haya nervios" y algunos exijan ya la cabeza de Bauzá, pero opina que con el anuncio del cónclave sus exigencias están satisfechas: "Puede haber alguna voz discordante que considere que el presidente debería de irse hoy, algo que es respetable, pero el presidente ha de ser muy consecuente con sus actos y entiende que el partido no puede quedar en manos de una gestora que no sabemos ni quién la encabezará ni quién formará parte de ella, y por eso la intención de la dirección del partido es llegar unidos al congreso". Salom exculpó a Bauzá del cataclismo del 24-M: "Pediría a las voces discrepantes que sean conscientes de que Balears ha sacado un resultado que está en la media de España, por lo que la penitencia no puede ser mayor que el pecado".

Entretanto, también han empezado los movimientos para ver quién sucede a Bauzá. Su favorito es el conseller José Vicente Marí, al que intentará dejar en la portavocía del grupo parlamentario popular. El conseller Biel Company también se postula, pero por estrategia adopta un perfil bajo; evita quemarse antes de tiempo. Biel Cañellas es uno de sus valedores -también del alcalde Mateo Isern-, aunque está muy molesto por los "silencios cobardes" de los regionalistas, que le dejaron solo al exigir sin éxito la dimisión de Bauzá.