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Aeropuerto

Las aerolíneas excluyen de la cola VIP a los usuarios con tarifa turista

Ni siquiera dan la opción de pagar por el acceso rápido al control: solo permiten usarlo a quienes viajan en primera clase o business

El pasillo amarillo reservado a unos pocos privilegiados está operativo ya en el aeropuerto. a. fernández

El pasillo rápido para saltarse la cola de seguridad del aeropuerto de Son Sant Joan es un carril VIP en toda regla: las principales aerolíneas que operan en la terminal pública mallorquina solo se lo ofrecen a sus clientes de tarifa business o de primera clase, excluyendo sistemáticamente a los pasajeros de clase turista o billetes económicos. Según confirman las propias aerolíneas de referencia en Mallorca, los usuarios sin pasaje de primera (cada compañía llama de un modo a su tarifa más alta) no tienen siquiera la opción de pagar aparte por un servicio por el que la empresa pública que gestiona los aeropuertos (AENA) les cobra 1,5 euros cada vez que un viajero la usa. Tampoco AENA ofrece la posibilidad a los viajeros de adquirir un pase para emplear ese carril exprés, con el que se evita la cola en zigzag que da acceso a los arcos de seguridad del aeropuerto de Son Sant Joan.

Las compañías utilizan así la libertad que la empresa estatal de aeropuertos les da a la hora de emplear el nuevo carril privilegiado para mejorar las condiciones que ofrecen en exclusiva a sus viajeros más adinerados, como el servicio de sala VIP de algunos aeropuertos, la facturación exprés en mostradores específicos, el embarque prioritario o un cátering especial durante el vuelo. Aunque, a diferencia de todas esas otras opciones VIP, la cola está ubicada en una infraestructura pagada con dinero público y gestionada por trabajadores a sueldo de una empresa estatal. Preguntados al respecto, en la dirección de AENA en Son Sant Joan argumentaron que no es de su competencia ni tienen potestad para fijar las condiciones de uso de una cola exclusiva que se paga con recursos de la empresa pública y se ubica en el espacio que la propia AENA gestiona (aunque el Gobierno Rajoy la ha privatizado, el 51% de la propiedad de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea es por ahora estatal).

Por compañías

¿Cómo se puede entonces acceder a la cola de los que no esperan? Pues depende de la compañía. Iberia es de las que la ofrece a más pasajeros: pueden utilizan la "fast lane" (cola rápida, en inglés, el nombre oficial del invento) los viajeros de clase business y los que tengan las tarjetas Iberia Plus de las gamas más alta, las oro y platino. En ese caso, apuntan en Iberia, el pasajero y quien reserve con él puede pasar por la cola VIP incluso aunque compre un billete de clase turista. "En ningún caso repercutimos el coste del servicio en la tarifa, es solo una forma de mejorar nuestra atención al pasajero", aclaran en Iberia. Otras, como la low cost que más pasajeros mueve, Ryanair, únicamente ofrecen el paso por el camino amarillo de quien no espera a los que pagan la tarifa "business plus", que básicamente suele costar el doble o el triple que la normal. Algo similar hace Vueling en los aeropuertos en los que existe este tipo de cola especial sin espera: reservan su uso a quien abona la tarifa "excellence" (la más cara) o disponen de Vueling Pass.

En el caso de Palma, aclaran, aún no hay condiciones fijadas, porque están todavía en conversaciones con el aeropuerto, aunque explican que lo más normal es que las condiciones sean las que ponen en otras instalaciones similares.

En el caso de Air Berlin, el servicio VIP está solo al alcance de quienes viajan en business o disponen de las tarjetas Top Bonus de las clases "silver, platinum o gold". Y lo mismo en Air Europa, que reserva la cola VIP a los pasajeros de business y a los de tarjeta Elite Plus, aunque incluye una opción para el resto: quienes compren un billete de tarifa Y (una especie de clase turistas, pero más cara y con derecho a cancelaciones y cambios) pueden llegar a los arcos de seguridad sin esperar los hasta 25 minutos de zigzag que llega a haber de cola durante la temporada alta de Son Sant Joan. Nuevamente, no hay opción para los viajeros de clase turista (la que utilizan la inmensa mayoría de los pasajeros) de pagar aparte esos 1,50 euros que AENA factura a las compañías cada vez que alguno de sus clientes pasa por la cola VIP del aeropuerto público mallorquín.

Ninguna compañía contempla tampoco una opción sugerida hace unos días por usuarios entrevistados en el aeropuerto por Diario de Mallorca: que se ponga el carril VIP a disposición de pasajeros con mayor dificultad para pasar los arcos o soportar esperas en una cola, como embarazadas, viajeros con bebés y carritos, o ancianos y personas con problemas de movilidad. El único criterio empleado para elegir a quien se salta la espera en Son Sant Joan es el económico.

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