Los resultados obtenidos por el sector balear de la construcción han sorprendido incluso a los propios empresarios, que no se esperaban un crecimiento tan potente. Según los datos facilitados ayer por su patronal, el pasado año se cerró con una inversión ligeramente superior a los 991 millones de euros, lo que supone un incremento del 29,3% en relación al ejercicio anterior, una tasa que el presidente de esta organización, Eduardo López, no dudó en calificar de muy positiva.

Y a todo ello hay que sumar que las perspectivas para este año siguen siendo buenas. Según López, todo apunta a que de nuevo 2015 se cerrará con tasas positivas, aunque no tan espectaculares como las del pasado ejercicio, y además anunció que este nuevo impulso podría tener un efecto muy positivo sobre el mercado laboral de las islas, con la creación de unos 5.000 nuevos empleos.

La mejoría de 2014 se ha dado en todos los ámbitos, con un crecimiento del 36% por lo que respecta a la inversión privada y del 11%. Pero si ha habido dos protagonistas en este impulso han sido claramente el sector turístico y el comercial, con incrementos del 76% y del 65% respectivamente.

En concreto, las obras de reforma ejecutadas en instalaciones turísticas (no solo hoteleras, aunque han sido las principales protagonistas) alcanzó un valor superior a los 178 millones de euros, 77 millones más que en 2013, y todo apunta a que la inversión que se desarrollará durante este año seguirá siendo intensa en este campo, a la vista de los proyectos que se siguen tramitando en zonas como la Platja de Palma.

También ha mostrado una enorme fortaleza el sector de la inversión no residencial en instalaciones no turísticas, como puede ser la construcción de centros comerciales u oficinas. En este campo, el valor de los proyectos ejecutados ascendió el pasado año a casi 172 millones de euros, unos 68 millones más que en 2013.

La edificación de vivienda sigue siendo la principal entrada de ingresos para las empresas constructoras, y los proyectos desarrollados en 2014 alcanzaron un valor de 396 millones y medio de euros, lo que supone un crecimiento de unos 53 millones de euros respecto al ejercicio anterior, es decir, de un 15,3%. Esta mejoría se ha conseguido de la mano de actuaciones para la construcción o reforma de 1.010 vivendas en el conjunto del archipiélago. En este sentido, hay que recordar que uno de los mercados más activos en este campo es la edificación de chalés, dirigidos a un cliente de elevado poder adquisitivo.

Finalmente, la obra pública también ha crecido, aunque se admitió que en este campo se esperaba una reactivación algo más intensa. En concreto, las inversiones en este apartado han supuesto 212 millones de euros, unos 21 millones más que en el ejercicio anterior, con un aumento del 11%. Un aspecto matizado por el presidente de la asociación de contratistas de esta patronal, Mariano Sanz, es que desde el sector se exigió a las Administraciones que la prioridad fuera pagar las deudas que había acumuladas antes de poner en marcha nuevas iniciativas, y no ocultó que ha habido una mejoría en este campo.

A todo ello hay que sumar el valor de las obras menores, de importancia más limitada.

Sin ocultar que el balance de 2014 ha sido muy positivo, desde esta patronal se matizó que la situación actual parte de unos niveles mínimos de actividad, ya que si el pasado año la inversión fue de 991 millones de euros, con el aumento interanual del 29% antes señalado, la cifra que se alcanzó en 2006 fue de 3.016 millones y en 2007 de 2.863 millones, lo que refleja la durísima caída que este sector ha registrado durante la crisis, según destacó el director general de esta asociación empresarial, Manuel Gómez.

Previsiones para 2015

Un aspecto que se pone de relieve es que esta mejoría en la inversión ha ido acompañada de una apreciable generación de puestos de trabajo. "La construcción es el sector que más rápidamente crea empleo aunque también es el que lo destruye más rápido", según se indicó.

Así, la media de este aumento a lo largo de 2014 fue de unos 1.700 puestos de trabajo, aunque esta cifra se disparó al cierre del ejercicio, ya que en diciembre había en este sector unos 4.000 asalariados y autónomos más que a finales de 2013.

Por ello, Eduardo López apuntó que si se mantiene la evolución positiva durante 2015, a lo largo de este ejercicio se podrían generar 5.000 nuevos empleos en la construcción balear.

Entre las incertidumbres se apunta el posible descenso de la obra pública tras las elecciones autonómicas debido al parón que habitualmente se produce tras unos comicios hasta que se ponen en marcha nuevas iniciativas, aunque en este caso se aseguró que en el sector no existe ningún temor a que pueda producirse un cambio político o a que partidos como Podemos pase a formar parte de los gobiernos de las instituciones isleñas, alegando que "nadie con dos dedos de inteligencia" iba a intentar frenar una tendencia que está generando riqueza y empleo en el archipiélago, según manifestó Eduardo López. En este aspecto, el presidente de los constructores se mostró convencido de que todos los partidos políticos tienen al frente a personas lo suficientemente razonables para entender esta ecuación.

En cualquier caso, recordó que el 60% del valor de la inversión en obra pública retorna a las Administraciones por la vía de los impuestos y el empleo que se crea.