Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Investigación en la Iglesia de Mallorca

Un antiguo ´blauet´ acusa al actual prior de Lluc de abusos sexuales continuados

Un joven denuncia ante el tribunal eclesiástico de Mallorca al sacerdote que le tutelaba en la escolanía del santuario, por haber abusado presuntamente de él cuando era un niño - "Tenía la sensación de ser un cuerpo inerte al servicio de su voluntad"

La Iglesia de Mallorca afronta un nuevo caso de presunta pederastia presunta pederastiaen su seno. Un antiguo blauet en la conocida escolanía de Lluc ha denunciado ante el tribunal eclesiástico de la diócesis al actual prior del santuario, A. V. Le acusa de haber abusado supuestamente de él mientras era menor de edad, en innumerables ocasiones: "Tenía la sensación de ser un cuerpo inerte al servicio de su voluntad", resume la víctima sus años de niñez y adolescencia junto a este cura, que se responsabilizó de su formación humana y académica.

El religioso es un personaje muy conocido en la isla, especialmente por haber liderado la lucha proteccionista del entorno del monasterio de la Real, en Palma, contra la construcción del polémico hospital de Son Espases, hoy en el ojo del huracán de jueces y fiscales Anticorrupción.

La denuncia por "delito continuado de abuso sexual" ha sido presentada esta misma semana ante el Obispado. La letrada del joven ha solicitado a las autoridades eclesiásticas que adopten medidas cautelares contra el sacerdote y le suspendan temporalmente de su cargo y funciones pastorales. El despacho barcelonés Advocades Assesores, especialista en violencia sexual y de género, también ultima ahora la pertinente denuncia que se interpondrá en unos días por la vía judicial.

En el relato pormenorizado de vivencias íntimas durante su infancia, el denunciante explica que ingresó en la escolanía de Lluc a los 10 años de edad, en septiembre del año 1990, y a partir de los trece empezó a ser objeto de tocamientos y otros abusos supuestamente a manos de este sacerdote, que fueron agravándose con el paso del tiempo. "Cerraba los ojos y pensaba: ´¡Que se acabe ya!´", resume el sufrimiento y la angustia que vivía el entonces niño, hoy ya un treintañero.

Época de preceptor

El religioso en cuestión pertenece a la congregación mallorquina a la que diócesis tiene confiada la gestión del santuario, por lo tanto es competencia directa del obispo Javier Salinas. En la época de los presuntos abusos A. V. ocupaba el cargo de preceptor de los niños cantores, y como tal era el responsable del internado. Por ese motivo pasaba gran parte del día y la noche con los blauets, durmiendo en una habitación aparte para atender cualquier incidente.

La escolanía -en esa etapa integrada todavía solo por niños- pasaba la noche en un dormitorio colectivo en el recinto del internado, con algo más de medio centenar de camas. Cuando empezó a cursar octavo de EGB, al denunciante se le asignó "la que estaba más arrinconada de la sala", recuerda. "Poco a poco las visitas del padre [...] empezaron a ser más largas y fueron convirtiéndose en verdaderamente incómodas para mí, hasta el punto de que degeneró", se recrudece el relato de los presuntos hechos. "Me agarraba y me levantaba, haciéndome sentir que le pertenecía", rememora el exblauet.

Afirma tener importantes "secuelas" por la experiencia sufrida, que le han impedido afrontar con serenidad lo ocurrido hasta hace escasos meses, fruto de un ingente trabajo terapéutico.

En el momento de los presuntos abusos sexuales en Lluc, "estaba realmente desconcertado y solo quería que de alguna manera todo terminara, pero no sabía cómo hacerlo. Estaba bloqueado y confuso", asevera este exblauet.

"Un pensamiento que me trastornaba", recoge también su testimonio, era que alguno de sus compañeros se percatara de lo que acontecía entre él y el preceptor, por "la cantidad de veces que vino", y aquello tuviera consecuencias imprevisibles.

Episodios de tensión

Un factor determinante para silenciar entonces a su familia y amigos los presuntos abusos fueron las escenas de fuerte tensión que según su versión se sucedían en el internado: "Los curas utilizaban la fuerza física para castigar a los alumnos", una "violencia" que "dejaba muy claro cuál era el lugar" de unos y otros y que en su caso particular le "aterrorizaba". El joven mallorquín apunta incluso un episodio de una fuerte paliza que presuntamente el religioso denunciado propinó a un blauet de un curso superior al suyo, y que habría conmocionado a la totalidad de la escolanía hasta el extremo de que hubo cambios y se nombró a un segundo sacerdote para turnarse con el acusado como preceptores.

Desde hace unos meses el denunciante viene recibiendo apoyo psicológico especializado, gracias al cual afirma haber podido verbalizar los abusos que supuestamente padeció cuando era menor de edad a manos de este religioso. Como ocurre en la mayoría de estos casos, muchas víctimas no se atreven a denunciar hasta bien entrada la edad adulta. Después de más de quince años, este antiguo blauet ha dado finalmente el paso esta semana, "tras conseguir abrir los ojos y reconocerme a mí mismo la situación que me ha tocado vivir".

Compartir el artículo

stats