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Consumo

Las gasolineras cobran a los baleares los precios más caros de la Unión Europea

La tarifa antes de impuestos que fijan las petroleras en la isla para la gasolina es la más alta de Europa: 51 céntimos por litro, frente a los 42 del Reino Unido, los 43 de Alemania o los 44 de media europea

Tras tocar mínimos a mediados de enero, las gasolinas están subiendo de nuevo. Isaac Bujosa

Las petroleras tienen en las islas su negocio europeo más rentable. De hecho, solo en uno de los 28 países que componen la Unión Europea, la isla Estado de Malta, las gasolineras ingresan más que en Mallorca por cada litro que venden. Tienen las tablas con las tarifas junto a estas líneas. En ellas ven el precio antes de impuestos que se cobra en cada Estado de la Unión Europea y en Balears, todos ellos recogidos en el último informe del órgano que supervisa al sector para que compita, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. El trabajo detalla que los conductores de Mallorca tuvieron que pagar de media a la gasolinera en el pasado mes de enero 51 céntimos de euro por cada litro de gasolina de 95 octanos, un 12% más de lo que apoquinan de media a los europeos.

Sin contar impuestos, claro. Es decir, las petroleras y gasolineras ingresan en Mallorca por cada litro de combustible siete céntimos más que en Francia, o nueve más que en el Reino Unido. Y esta vez cuando se alude a los ingresos de "las petroleras" quiere decir "solo las petroleras". Porque esos 51 céntimos por litro de la gasolina más cara de Europa son los que quedan en la caja registradora de la estación de servicio. Aunque el consumidor paga más del doble que eso. El resto, hasta los 1,20 euros por litro que cuesta el combustible en Mallorca, son impuestos. Muchos impuestos. Pero ojo, no tantos. Al menos si se comparan con el resto de Europa, donde los conductores acaban sufriendo en la mayoría de casos gasolina más cara que en Mallorca, como consecuencia de unas tasas más elevadas. Claro que esos mayores tributos se aplican en países con salarios medios sustancialmente superiores a los baleares.

La realidad de los datos desnuda así a quienes desde el sector de las petroleras y las estaciones de servicio apuntan desde hace meses a los impuestos como explicación al hecho de que los baleares sufran los combustibles más caros de España. Simplemente, no es cierto. Ni cuando se compara con Europa, ni cuando se mira solo al resto de España. En este último caso, los 51 céntimos por litro de gasolina de 95 octanos que se quedan de media en la caja registradora de las gasolineras baleares contrastan con los 47 de media española, o incluso con los menos de 50 del segundo territorio más caro, Guipúzcoa. Esa diferencia se traslada después al precio final, que tampoco ofrece ninguna noticia alegre para el consumidor de las islas: también ahí los conductores baleares son los más castigados por la carestía del combustible.

Precios antes de impuestos que fijan las petroleras en Europa.

Ocurre con la gasolina (los datos hasta ahora aportados son todos de gasolina) y con el gasóleo. Que ningún balear se libra de pagar el combustible más caro del continente. En el caso del diésel, los 56 céntimos que de media se quedan en la gasolinera por cada litro de gasóleo facturado sitúan a Balears entre los cinco territorios más caros de Europa. El lucro petrolero aflora en comparaciones de esas siempre odiosas, sobre todo para el que paga: la industria petrolera y sus gasolineras se embolsan por litro de diesel mallorquín doce céntimos más que en Francia y ocho más que en Alemania, por ejemplo. Y eso es un 20% de diferencia entre los que obtienen de un cliente mallorquín y uno francés.

Compensación solo en Canarias

Desmontada la excusa fiscal, los informes de Competencia sí dan en cambio base a otro de los argumentos habituales del sector para justificar el sobrecoste balear, ese que apela a la insularidad como factor clave en el precio. El razonamiento es simple, casi simplón: como cuesta más traer el combustible a la isla, los consumidores pagan más. ¿Es así? Pues a la luz de los datos, sí. Basta mirar a Canarias, donde el precio del gasóleo y la gasolina antes de impuestos es a veces incluso superior al balear, pero el de venta al público es muy inferior. ¿Por qué? Por la fiscalidad: Canarias compensa el sobrecoste con menos tributos para sus ciudadanos, gracias a un modelo fiscal lleno de ventajas para compensar la insularidad. Balears no las tiene ni parece que vaya a tenerlas pronto: una de las prioridades que se marcó el Govern Bauzá al llegar fue avanzar en la negociación con un Régimen Económico Especial para Balears que recogiese medidas para mitigar el efecto de la insularidad en recursos básicos como la energía, pero la legislatura concluye sin que el Ejecutivo de Bauzá haya sido capaz de avanzar un ápice en esta materia, con el agravante de que el plazo para hacerlo concluye este año.

Balears paga así más que los canarios por su carburante, perdiendo con ello competitividad con otras provincias. Eso afecta a la industria, claro, que suma más de una década de actividad y negocio en caída, pero también repercute en sectores como el turísticos, lastrados por costes energéticos mayores que los de otros destinos competidores, como Canarias.

Esa es una de las razones que llevaron hace diez días al Parlament balear a aprobar la propuesta del grupo econacionalista Més, por la que se denuncia la situación ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y se reclama la elaboración "urgente" por parte del Govern de un estudio comparativo de los precios de las islas con los del resto del Estado. "Hay datos objetivos que apuntan a una concertación de precios entre las petroleras", denuncia el diputado de Més Miquel Àngel Mas, que llevó al Parlament los informes sobre diferencias de precios publicados en los últimos meses por Diario de Mallorca.

A la vista del desequilibrio tarifario, todos los grupos políticos acordaron además enviar inspectores a las gasolineras, para comprobar si se están concertando precios. Al tiempo, todos los partidos abogan por impulsar el establecimiento en las islas de gasolineras low cost, presentes ya en casi toda Europa, y consideradas clave a la hora de explicar el sobrecoste que padecen los baleares cada vez que repostan en las gasolineras más lucrativas de Europa para las petroleras.

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