Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Prospecciones

El Govern desoyó un informe para investigar los sondeos clandestinos

El técnico que en abril de 2013 registró los cañonazos submarinos en busca de petróleo, que fueron ocultados a la opinión pública, emplazó a Medio Ambiente a "localizar y valorar su impacto en Balears" - Madrid sigue sin aclarar el origen de las detonaciones

El Govern desoyó un informe para investigar los sondeos clandestinos

El escaso interés -o directamente nulo- del Govern balear y del Ejecutivo central por aclarar el origen de las detonaciones submarinas clandestinas en busca de hidrocarburos que fueron registradas en 2013 en aguas baleares, vuelve a ponerse de manifiesto. En abril de ese año, Tragsatec (empresa semipública del Estado) advirtió por escrito a la conselleria de Medio Ambiente de la detección de sondeos petrolíferos mediante cañonazos de aire comprimido -air guns, en su terminología inglesa- en las cercanías de Cabrera. Fue durante una campaña de vigilancia de la reserva marina.

Tras descubrir casualmente esos disparos de procedencia ignota bajo el agua, Tragsatec redactó un informe interno con el "asunto": Detección de prospecciones sísmicas en las campañas de investigación, y lo remitió al departamento de Biel Company junto a una copia de las grabaciones. El técnico que suscribe el informe y que interpreta los registros sonoros emplazó a aclarar su origen: "Es importante que se localicen estas prospecciones y se valore su impacto en las Illes Balears", recalcó. Su solicitud no tuvo demasiado éxito.

Solo después de que la existencia de esos cañonazos aflorara a la opinión pública -DIARIO de MALLORCA lo adelantó el 7 de agosto del año pasado-, los gobiernos central y autonómico mostraron cierta preocupación al respecto. Aún así, a día de hoy ni el Govern ni Madrid han explicado la procedencia de los air guns ni sus repercusiones para el medio marino en el archipiélago.

Seguimiento a los cetáceos

El citado informe, al que ha tenido acceso este periódico, está fechado el 19 de abril de 2013, tan solo 24 horas después de descubrirse detonaciones subacuáticas con hidrófonos en dos jornadas distintas. Lo firma el "técnico responsable del proyecto" de seguimiento, entre otras actividades, de "la investigación de cetáceos mediante detección acústica".

En sus conclusiones, este experto señala que "pese a las limitaciones para la detección de sonidos de baja frecuencia" de los aparatos de medición en el fondo del mar, "durante el desarrollo de la campaña en el Migjorn de Mallorca de abril de 2003 se ha podido identificar la señal de uso de air guns los días 16 y 18 de abril al este del Parque Nacional de Cabrera".

El documento recalca que "hay sobrada evidencia del efecto negativo que el uso de los air guns produce en los cetáceos". La propia conselleria de Medio Ambiente ha alertado en distintos estudios de que las afecciones sobre las ballenas y delfines pueden ser "letales" y producirles "cambios de comportamiento" en sus rutas migratorias.

"Por todo ello -prosigue el informe citado-, considerando que la mayoría de especies de este grupo se encuentran protegidas por diferentes convenios internacionales de los que España es partícipe, es importante que se desarrollen las actividades pertinentes para localizar estas prospecciones y valorar su impacto en las Illes Balears".

El documento incluye dos mapas con el rastro de las navegaciones de los días 16 y 18 de abril, durante las que se efectuó el seguimiento y control de la reserva marina, que indican dónde se detectaron los sonidos de baja frecuencia.

El informe constata la dificultad de establecer el foco de origen de los cañonazos submarinos: "Debido a la aplicación de filtros, y a que el aparato de registro no es un instrumento calibrado, no se puede medir la intensidad real se la señal. Relativamente, y en la banda cercana a los 400 Hz, la señal de prospecciones superaba los 15 decibelios sobre el ruido de fondo", añade. Según el intérprete de los sonidos, "este dato es indicador de que la fuente estaba lejos del punto de medida".

Constancia oficial

El informe en cuestión fue remitido a la Conselleria de Company. Unos meses más tarde, el jefe de recursos marinos de dicho departamento se hizo eco de las detonaciones en un dictamen del 24 de julio de 2013. En él denunciaba que los sondeos petrolíferos contra los que lucha el Govern ya se habían llevado a cabo sin autorización: "Tenemos pruebas de que [...] en abril de 2013 se han realizado sondeos de prospección sísmica con cañones de aire comprimido que han sido perfectamente audibles (con los dispositivos apropiados) en todo el mar balear". Desde que este diario dio a conocer este informe silenciado y estalló la polémica, la estrategia defensiva del conseller Company ha sido aferrarse a que los sondeos clandestinos se produjeron fuera de las aguas de Balears, sin anunciar ninguna medida para comprobar su procedencia.

De hecho, no consta que tras disponer del informe de Tragsatec Medio Ambiente denunciara expresamente ante el Gobierno central la detección casual de los air guns cerca de Cabrera, ni exigiera una investigación para esclarecer si alguna compañía petrolífera hizo prospecciones en el Mediterráneo careciendo de autorización.

Compartir el artículo

stats