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Sanidad

La facturación del IB-Salut a terceros y extranjeros creció un 8,8% en 2014

El monto total de los servicios sanitarios prestados ascendió a 35,7 millones, 2,9 más que en 2013

El Servei de Salut facturó más de 14,8 millones de euros a terceros el pasado ejercicio. Lorenzo

La facturación del Servei de Salut a terceros y a los turistas de la UE creció un 8,8% en 2014 con respecto al año precedente. Así, en términos absolutos, si en 2013 se presentaron al cobro facturas por valor de 32,8 millones, el año pasado éstas aumentaron hasta los 35,7 millones, 2,9 más.

Por apartados, la facturación internacional, las cuentas que se remiten a Madrid por la asistencia sanitaria prestada a los turistas comunitarios para que el Gobierno central negocie su cobro con los otros Estados miembros de la UE, aumentó un 13,4% al pasar de los 18,3 millones facturados en 2013 a los 20,8 que se remitieron para su cobro el año pasado. Por este concepto, Salud facturó 2.480.740 euros más en 2014.

Otra cosa es cuánto dinero retornará a Balears por estas prestaciones sanitarias dadas a ciudadanos comunitarios. Todas las comunidades autónomas remiten a Madrid sus facturaciones para que, de manera global, el Estado español negocie su cobro con los otras naciones comunitarias teniendo en cuenta, eso sí, los gastos ocasionados por las asistencias que los ciudadanos españoles han recibido en estos países. En cualquier caso, por norma general, a Balears retorna poco más de la mitad de las cantidades facturadas por la atención a los turistas comunitarios.

En lo que respecta a la facturación a terceros, la subida el pasado año fue más humilde. Pasó de los 14,47 millones facturados en 2013 a los 14,89 del año pasado, un aumento cercano al 3% (2,9%) que, traducido en euros, ascendió a un aumento de 420.102 euros.

Joan Miquel Barceló, jefe de la sección de Facturación e Ingresos del Servei de Salut, explicó a qué terceros se factura por la asistencia sanitaria pública que han recibido.

Así, el año pasado se facturó un total de 5,6 millones a aseguradoras privadas por varios conceptos. Barceló señaló entre ellos a funcionarios que han decidido ser asistidos por una mutualidad de su gremio en vez de por el Servei de Salut y que, por ejemplo, sufren un accidente en Manacor. En vez de venir hasta Palma donde la mutualidad cuenta con infraestructura para atenderle, deciden acudir al hospital comarcal. Pues bien, la factura de su asistencia es remitida a su mutualidad. De la misma manera, cuando un neonato alumbrado en una clínica privada precisa de alguna asistencia en la pública por una complicación, la factura de esa prestación ha de ser abonada por el seguro privado de los padres, añadió.

A particulares, básicamente extranjeros extracomunitarios o cuyos países no han firmado ningún convenio sanitario con el Estado español como pueden ser japoneses, rusos o estadounidenses, se facturó el pasado año 3,1 millones.

A las mutuas por la asistencia de accidentes laborales o percances sufridos in itinere, se remitió al cobro el año pasado 2,1 millones. Por atender a los heridos en accidentes de tráfico el año pasado se pasaron al cobro 3,3 millones a la patronal Unespa que representa a 234 entidades aseguradoras, más del 96% del mercado.

Preguntado sobre si la gente es reacia a declarar que su molestia es producto de un accidente de tráfico para evitar que, al año siguiente, su aseguradora le suba la cuota, Joan Miquel Barceló recordó un caso de un paciente que se presentó en unas urgencias hospitalarias con un casco en la mano y asegurando que su lesión se la había producido al caerse de la bicicleta. "Pero normalmente, la gente colabora. Además, siempre pueden decidir en qué centro sanitario quieren ser atendidos", matizó Barceló.

A las mutuas de accidentes escolares, por percances ocurridos normalmente en los patios durante los recreos, se facturó un total de 118.613 euros, mientras que a las corporaciones locales y a entidades vinculadas a la CAIB, normalmente por el servicio de una ambulancia medicalizada para cubrir algún evento, se remitieron facturas por valor de 1.474 euros.

Al Estado, básicamente por asistencias prestadas a Instituciones Penitenciarias, se facturaron 311.730 euros. "Las propias prisiones son casi autosuficientes porque disponen de ambulatorios y de su propio servicio de farmacia, aunque tanto las urgencias como la necesidad de una hospitalización para un recluso en Son Espases, Can Misses o el Mateu Orfila son facturadas a Instituciones Penitenciarias", aclaró el especialista. Por último, dentro del concepto de tráficos públicos, se agrupan todas las remisiones de facturas realizadas a aquellas aseguradoras que no están incluidas en Unespa.

La dirección de gestión del Servei de Salut recalcó que para esta mejora en los resultados de la facturación internacional y a terceros se ha trabajado para que los servicios de admisión vayan un poco más allá. Así, ilustró Barceló, cuando llega un paciente que ha sufrido una lesión a consecuencia de un caída, se le pregunta dónde ha tenido el accidente. "La diferencia estriba en que si se ha caído en una gran superficie, que están aseguradas, le podemos facturar el cargo y de esta manera evitamos que su asistencia sea costeada con el dinero de todos".

En cuanto al procedimiento de cobro, la factura se remite tal y como estipula el reglamento general de recaudación de la CAIB y se tramita como si de una multa de tráfico se tratara, con sus correspondientes recargos en caso de no abonarlas en periodo voluntario.

El porcentaje de morosidad en el pago de estas facturas es muy bajo. Apenas el 2 por ciento finalmente no se cobran y mayoritariamente corresponden a ciudadanos extranjeros a los que no se ha podido localizar.

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