Segunda condena firme por corrupción contra el expresident Jaume Matas. El Tribunal Supremo ha ratificado la pena contra el que fuera líder de los populares en las islas por conseguir que un hotelero mallorquín pagase 3.000 euros al mes a su mujer durante un año por no hacer nada, mediante un contrato simulado.

La Sala Segunda confirma la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, que a su vez ratificó la condena impuesta a Matas por un tribunal del jurado de la Audiencia, en la que se establecía una pena de 9.000 euros de multa. El expresident es considerado culpable de un delito de cohecho pasivo impropio.

Los hechos guardan relación con el contrato simulado que el empresario Miguel Ramis Martorell, dueño de la cadena Grupotel, hizo a finales del 2006 a Maite Areal, esposa del entonces president del Govern Jaume Matas. Areal recibió tres mil euros al mes, ma´s dos pagas extras. En total, cobró 42.111 euros durante 2007 y nunca trabajó para el mencionado hotel.

Durante el juicio, Matas trató de justificar la contratación de su esposa en la antigua amistad que le unía con Miguel Ramis. "Le pedí si tenía algún puesto de trabajo para mi esposa, porque yo era el culpable de que hubiera tenido que dejar su anterior trabajo y porque le había vetado dos importantes clientes, que podían haberme causado perjuicios a mí como político", alegó Matas.

Sin embargo, el Supremo considera probado que Ramis ´contrató´ a Areal después de que Jaume Matas, "valiéndose de su posición como president", se lo pidiera y apunta a que el sueldo que recibió la esposa del expresident "sin contra partida alguna" es "sobradamente" constitutivo de delito.

El Alto Tribunal rechaza también la prescripción del delito, ya que la providencia en la que fue citado a declarar como imputado interrumpió dicho plazo.