Al Palacio de Congresos le han salido muchos novios, aunque todavía no hay un compromiso en firme de ninguno de ellos. Las grandes cadenas turísticas de Mallorca se han interesado por el concurso público convocado para gestionar la infraestructura congresual y el hotel anexo. Lo confirmaron ayer en la feria Fitur las compañías hoteleras Meliá, Barceló e Iberostar y el holding Globalia, pero ninguna de estas empresas ha presentado todavía una oferta a la sociedad pública Palau de Congressos.
La gran cadena Meliá Hotels International informó sobre su "interés en el proceso, aunque aún no hay nada". Tampoco han valorado "qué opción conviene más", afirmaron en referencia a las tres modalidades de gestión que plantea el pliego de condiciones del concurso público. Desde el grupo turístico Barceló también están estudiando la oferta, ya que consideran que se trata de una infraestructura "clave para completar el modelo turístico mallorquín" y "muy importante" para la capital balear, por lo que "posiblemente" concurrirán a la convocatoria.
La cadena Iberostar tampoco mira con malos ojos presentarse a la quinta licitación ofertada por Cort y el Govern. La familia Fluxá ha mostrado un interés inicial y están "analizando los pliegos del concurso", tal como afirmó el consejero delegado de la compañía, Aurelio Vázquez. "Es un proyecto que nos puede interesar y, en la medida en que podamos aportar valor, intentaremos entrar", señaló.
Otro de los consultados fue Juan José Hidalgo, el presidente de Globalia, el mayor holding turístico español, y se mostró igualmente interesado. "Encaja en nuestro tipo de negocio", dijo. Y añadió que su grupo estudiará con detenimiento la opción de concurrir para hacerse con la gestión del Palacio de Congresos y el hotel.
Todo lo contrario que el grupo hotelero Piñero, que descarta presentarse a un concurso que no encaja con su modelo turístico, según confirmó el responsable de la cadena, Pablo Piñero.
Desde la Federación Hotelera, la futura presidenta, Inmaculada de Benito, dejó ayer claro que el interés de los grandes hoteleros mallorquines es sincero: "Lo que transmiten nuestros asociados es que esperamos que sea una empresa isleña la que gestione un proyecto tan importante".
Los repetidores
Varios de los empresarios que ahora se interesan ya lo hicieron en el primer concurso público, convocado durante la segunda legislatura de Jaume Matas. Con el grupo Barceló como máximo accionista, se formó una UTE en la que también estaban Globalia e Iberostar, entre otros, y ganaron la adjudicación. Tras la marcha de la mayoría de socios un año después, Barceló se quedó solo y, al cabo de dos años, también abandonó la gestión del recinto congresual alegando que había un "sobreprecio" que no estaba dispuesto a asumir. Las obras se paralizaron, aunque no fue la única vez.
Desde entonces, los concursos fallidos se han sucedido y, pese a las condiciones a la baja, aún no hay un gestor. En esta legislatura surgió la oportunidad de que la compañía Meliá se encargase del recinto de la fachada marítima, debido a que fue la única oferta presentada en la licitación de 2012. Sin embargo, incumplió las condiciones económicas que exigían los pliegos. En concreto, la propuesta del grupo hotelero no incorporaba el canon exigido de ocho millones. Lo hicieron de forma deliberada y alegando que su oferta era la única que se podía presentar y se adecuaba a "las condiciones del mercado". Después hubo otro concurso, que también quedó desierto.
