La desobediencia cometida al grabar clandestinamente la declaración que realizó la infanta Cristina puede llevar a dos reputados abogados al banquillo de los acusados, como presuntos autores de un delito de desobediencia. Así lo ha determinado el juez Manuel Penalva, del juzgado de instrucción número 11 de Palma, que ha decidido confirmar la imputación de dos de los abogados que asistieron a esta histórica declaración y que, a su juicio, a través de un sistema oculto de grabación, tomaron imágenes y sonido de la presencia de la hermana del Rey ante el juez Castro. El magistrado del caso Nóos, precisamente para evitar que se pudiera filtrar la imagen de la duquesa de Palma contestando a sus preguntas, prohibió expresamente dicha grabación, autorizando únicamente que se grabara su voz. Sin embargo, la misma noche que la Infanta abandonaba el edificio judicial, se filtraba en un portal de internet una grabación con imagen y sonido de dicha declaración.

El juez Penalva ha llegado a esta complicada conclusión después de analizar en profundidad las pruebas periciales que se han practicado, cotejándolas con las declaraciones de los testigos que estaban presentes en dicha declaración. Todas las pruebas apuntan a que las imágenes se tomaron desde la tercera fila de bancos y en el momento que este espacio lo ocupaban los abogados Francisco José Carvajal y su colega María del Carmen Jiménez, que asistían en sustitución del polémico letrado Javier Saavedra. Ambos llegaron juntos y se sentaron en esta concreta ubicación, si bien más tarde cambiaron de asiento.

A lo largo de las últimas semanas el juez ha tomado declaración a todos los testigos. Se trata de los funcionarios, policías y abogados que asistían, como público, a la declaración de la mujer de Urdangarin. Testimonios que se han cotejado también con el informe de la Policía Judicial, que realizó una recreación de la declaración, con la correspondiente distribución y ubicación exacta del resto de personas que escucharon a la infanta Cristina responder a las preguntas del juez Castro. Esta investigación ha permitido averiguar, con un pequeño margen de tiempo, el momento en el que se inició la grabación. Las imágenes, según señala el juez en su auto de casi 40 folios, se toman al principio, tal como demuestra que en la imagen se cruza la figura de un abogado, que entró en la sala cuando ya se había iniciado la declaración. El sonido de la cinta que se filtró no coincide con la imagen, pero también se grabó al principio. Los expertos que han analizado esta cinta no tienen ninguna duda de que la grabación se realizó desde el sitio donde estaban sentados estos dos abogados. Cuando supuestamente tomaron estas imágenes no tenían ningún obstáculo enfrente, dado que el funcionario que debía sentarse delante de ellos, inicialmente se quedó de pie junto a la puerta, y no tomó asiento hasta mucho tiempo más tarde. Por ello, el juez propone que ambos letrados sean juzgados por desobediencia.