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Recortes

Balears es la comunidad autónoma que menos invierte en investigación

El Govern incumple su Plan de Ciencia al dedicar solo el 0,33% del PIB a I+D en 2013, cuando se tachó de "inexcusable" llegar por lo menos al 0,60%

Laboratorios de investigación ubicados en el hospital de Son Espases. g. bosch

Balears es la comunidad autónoma que menos invierte en innovación, desarrollo e investigación (I+D+i), en un país que nunca había dedicado grandes cantidades a este sector y que desde 2010 no ha hecho sino recortar en este campo; un país en el que cada vez más científicos tratan de salvar sus proyectos a través de donaciones por internet.

Los datos hechos públicos esta semana por el Instituto Nacional de Estadística dan una pista sobre la importancia que dan gobernantes y empresas a esta actividad a la hora de hacer los presupuestos. En 2013 Balears destinó 86,98 millones de euros a I+D+i, lo que representa un 0,33% del PIB: una décima menos que el año anterior y casi una cuarta parte menos que en 2010 (año en que el archipiélago tocó su techo al llegar al 0,43%).

Este descenso se debe a que tanto la Administración, como las empresas y las instituciones privadas sin ánimo de lucro han recortado su gasto en innovación. Únicamente la Universitat, financiada con fondos públicos, ha incrementado esta partida un 2%.

Plan de Ciencia

El Govern incumple así el objetivo presupuestario mínimo que se marcó en su Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2013-17. En su introducción, se insiste "en la necesidad de afrontar que en Balears no puede continuar funcionando el modelo de crecimiento económico vigente" y "reorientar los recursos de las actividades económicas hacia el conocimiento como única vía para avanzar y ligar el crecimiento y bienestar presente y futuro".

Tras esta declaración de intenciones, se describen tres posibles escenarios financieros para ejecutar el plan: el "inexcusable" fija para 2013 una inversión del 0,60% del PIB; el "deseable" apunta al 0,80"%; y un 1% es la "excelencia". La inversión de 2013 no alcanza ni la mitad de lo "inexcusable".

Ese 0,33% balear está lejos de la segunda región que menos invierte, que es Canarias (0,50% del PIB) y a años luz del País Vasco (2,09%), Navarra (1,79%), Madrid (1,75%) y Cataluña (1,5%).

En global, la inversión española en innovación y desarrollo fue en 2013 del 1,24%, tres décimas menos respecto a 2012 y hasta un 11% menos en comparación con 2010; descenso que ha supuestoque más de 11.000 investigadores de nuestro país hayan tirado la toalla desde entonces: emigrando o dedicándose a otra cosa.

Balears ha perdido en tres años casi 300 profesionales dedicados en jornada completa a este campo. Hoy hay en las islas un total de 1.390 investigadores a tiempo completo; en España la cifra se ha quedado en 123.224.

Selene Suau, alumna colaboradora de la Universitat del departamento de Psicología, fue una de las impulsoras de la Asociación Jóvenes Investigadores de la UIB, nacida hace dos años para intentar paliar esa soledad e inestabilidad a la que se enfrentan las personas que quieren hacer carrera investigadora en las islas: "Estamos un poco solos, las cosas no están fáciles y así podemos afrontar estos problemas de forma multidisciplinar".

Las cifras sobre la escasa inversión en I+D por supuesto no sorprenden a Suau, quien lamenta que parte del problema es que en las islas no se valora la labor de investigación que se hace en la Universitat a pesar de que obtiene buenos indicadores en determinados rankings. Por ejemplo, según la clasificación elaborada por la Fundación BBVA y el Institut Valencià d'Investigacions Econòmiques (IVIE), la UIB es la quinta universidad pública española en cuanto a productividad y la tercera en indicadores de investigación.

La joven recuerda que la escasez presupuestaria "es algo de toda España" y parte del problema es que este país "no entiende" la necesidad de innovar e investigar: "No le da el valor que realmente tiene". Expone un caso claro: el de la Expedición Malaspina .

Este proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) arrancó en 2010 cuando los investigadores se embarcaron y, coordinados por Carlos Duarte (investigador del Institut Mediterrani d'Estudis Avançats, IMEDEA ), recorrieron 78.000 kilómetros y recogieron 120.000 muestras marinas.

Ahora, tras semejante inversión (seis millones de euros), el equipo de investigadores está siendo desmantelado y se desconoce si todas las muestras serán analizadas algún día. Sembrar para no recoger luego toda la cosecha.

"Se ha invertido y de repente todo eso no se aprovecha", deplora Suau, "es como lo que pasa con la fuga de cerebros: invierten dinero en formarnos, pero luego nos tenemos que ir". La joven cree que los efectos de esta fuga se notarán sobre todo dentro de unos años y confirma que la gente que conoce hace su currículum ya pensando en irse y buscando colaborar con quien tenga contactos en el exterior.

Mirando a Europa

¿La Unión Europa es la única esperanza para que la ciencia española no naufrague? La investigadora señala que existe la estrategia Horizonte 2020, pero que para poder sumarte tienes que estar con equipos muy potentes: "Y como no nos enganchemos, nos quedaremos fuera de la rueda". Respecto al Plan de Ciencia del Govern, Suau señala que "quizás alguien se haya beneficiado" pero desde luego no es algo generalizado: "Los políticos dicen mucho, pero hacen poco".

La investigación es una carrera inestable y de incertidumbres que encima ahora retrocede a golpe de recorte y exilio, así que la vocación y la convicción en la importancia de lo que se hace parece hoy la única motivación posible.

Los Jóvenes Investigadores de la UIB quieren transmitir el valor de la investigación y por eso buena parte de su labor actual se centra en la difusión, con iniciativas que están cosechando gran éxito como los monólogos científicos. Cuatro miembros de la asociación se presentar al Famelab 2015, 'las olimpiadas de la divulgación científica' cuyo ganador representará a España en el Festival de Cheltenham de Ciencia. La vocación y el humor es lo último que se pierde.

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