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Patrimonio

Un Any Arxiduc con su legado en peligro

Algunas de las construcciones que el príncipe austriaco mandó construir están abocadas a desaparecer si no se actúa con urgencia - El caso más grave es el de la Capella del Beat Ramon, en estado ruinoso

La barandilla de la Capella del Beat se ha desprendido. p. joy

A falta de un mes para que se inaugure uno de los actos centrales programados por las instituciones con motivo del centenario de la muerte del viajero, mecenas, ecologista y príncipe Lluís Salvador de Austria, una gran muestra en el Casal Solleric que comisariada por la escritora y académica de la lengua Carme Riera tratará de explicar quién fue y de dónde venía el Arxiduc, el paisaje que este aristócrata creó en los territorios de Miramar a partir de un estricto respeto por la naturaleza y el trazado de una densa red de caminos y pequeñas construcciones como miradores, capillas o merenderos está hoy amenazado y, en algunos casos, en peligro de desaparecer.

Tal es el caso de la construcción de nueva planta más emblemática del Arxiduc y la que ocupa más espacio en sus descripciones de Miramar: la Capella del Beat Ramon. Como escribió el propio Lluís Salvador, se alza sobre "una peña aislada que parecía hecha a propósito para levantar algún edificio que dominara todos los entornos". A ella se puede llegar desde Miramar, por el camí des Pont, o desde el hotel Encinar, construido sobre lo que en su día fue Ca Madò Pilla, a través del camí de sa Torre. La capilla, de estilo neorománico, de planta redonda, de 6,50 metros de diámetro, fue construida entre 1877 y 1880. Hoy presenta un estado de semiruina y amenaza con venirse abajo.

Los muros se caen en el Mirador des Miradors. PERE A. JOY

La idea de la capilla la tuvo el Arxiduc para celebrar el sexto centenario de la fundación de Miramar. Su diseñó correspondió a Friedrich Wachsmann y a los pocos días de colocarse la piedra fundacional un recital literario reunió en el lugar, entre otros, a Joan Alcover, Miquel Costa i Llobera, Bartomeu Ferrà y Pons i Gallarza. Pronto la capilla y su contenido, del que destacaban una estatua de Ramon Llull -hoy a salvo en Son Moragues-, una catifa tejida en s'Alfombrera de Palma y una cruz y unos candelabros de estilo románico hechos en Praga y diseñados por Wachsmann, padecieron la falta de cultura de sus visitantes. En 1899 un redactor de Mallorca Dominical se quejaba de que "los visitantes, después de llenar de nombres con carbón y puntas de hierro todas las paredes, osaron pintarrajear incluso la propia sagrada estatua, ¡cubriéndole la cara!" La insensatez hoy continúa. Las pintadas se han multiplicado y el olvido ha convertido el lugar en un foco de peligros. Desde que un rayo le provocara grandes daños en 1975, la capilla ha sufrido una degradación progresiva. La barandilla de hierro que la circunda se ha desprendido y en cualquier momento puede soltarse al abismo. Los bloques de piedra calcárea y de Santanyí que formaban parte de la cúpula ya han provocado algún susto a los excursionistas, al no existir ningún precinto ni cartel que avise de la inseguridad. La acumulación de piedras frente a los escalones que daban acceso a su puerta dan fe de la caída constante de aquellas.

El mirador des Pi Sec, una rehabilitación fallida. PERE A. JOY

El de la capella del Beat Ramon no es un caso aislado. Algunos miradores del Miramar arxiducal están en una situación similar, o incluso peor. El mirador des Pi Sec es uno de los que han desaparecido casi totalmente, a pesar de los intentos totalmente inapropiados desde el punto de vista de conservación del patrimonio por contener su derrumbe. Peor es el caso del mirador des Niu des Corb, debajo de Ca Madò Pilla, muy visitado y sin ningún tipo de barandilla que proteja al senderista.

Otros elementos, como el merendero des Pontets de sa Font Coberta, el mirador de ses Puntes, el camí des Guix o los pedrissos des Coll de s'Estret de Son Gallard también parecen abocados a un deterioro lento pero inevitable si no se actúa con urgencia. Los grafitis son otro de los males más numerosos, como los que padece el Relieve que representa a Ramon Llull en las Coves de Miramar.

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