El president Bauzá recibió ayer en el Consolat de Mar a Marc y Carlos Burguera Díaz, dos hermanos mallorquines con altas capacidades y una trayectoria deslumbrante. La consellera de Educación, Núria Riera, también asistió y garantizó a la madre de los niños, Yolanda Díaz, que impulsará mejoras en la detección y seguimiento de los niños superdotados.

Marc Burguera Díaz tiene 16 años y desde septiembre estudia Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Politécnica de Madrid. Todas sus notas de este primer trimestre están entre el 9 y el 10 y las áreas que más le están gustando son Matemáticas y Física.

Objetivo: Boeing

Marc sigue así caminando con muy buen ritmo hacia su objetivo -trabajar en Boeing en EEUU diseñando aviones- y continúa en la línea de excelencia que ya asombró a sus profesores del colegio.

De quinto de Primaria pasó directamente a primero de ESO. También se saltó tercero de ESO y sus notas de Bachillerato fueron invariables: un 10 en todas las asignaturas, los dos cursos. En Selectividad, obtuvo un 13,56 sobre 14. La semana pasada, el president le hizo entrega de un Premio Extraordinario de Bachillerato y ayer le recibió en el Consolat en audiencia privada junto a su hermano Carlos, que tiene 10 años y que este curso cursa sexto de Primaria cuando le tocaría hacer quinto.

Según explicó Yolanda Díaz, durante la reunión de ayer Marc narró al president, a preguntas de éste, que hizo sus primeras pruebas a los cinco años y ya detectaron que su coeficiente intelectual era "altísimo".

Bauzá le preguntó por su interés en la ingeniería aeroespacial, que se despertó cuando tenía tan solo diez años, y también quiso saber cómo llevaba vivir solo en Madrid -se aloja en una residencia- e ir a la universidad con compañeros bastante más mayores y el joven aseguró "no tener ningún problema" ya que siempre le ha gustado "relacionarse con gente adulta con las mismas inquietudes". Marc señaló que además está finalizando el nivel de Avanzado 2 de inglés y que también estudia árabe.

Si Marc quiere diseñar aviones, Carlos quiere pilotarlos. Carlos se definió ayer en el Consolat como un admirador de su hermano -aseguró que es un "gran ejemplo para él"- y también como "un gran lector" ya que que después de hacer los deberes lee mucho. Aseguró que no le ha resultado difícil saltarse un curso: "Estaba preparado porque me aburría en el curso anterior y me divierto mucho con mis compañeros de este año".

Mejor atención y más ayudas

La madre de estos dos chicos expuso a Bauzá y Riera que muchas veces los estudiantes superdotados fracasan en la escuela porque se aburren y reclamó más agilidad y ayudas para detectar y atender correctamente a este tipo de alumnado. A Marc por ejemplo se le detectó su elevado coeficiente intelectual a los cinco años pero hasta los 12 no se tomó la decisión de que se saltara un curso.

Riera se comprometió a impulsar la instauración de un protocolo de detección efectivo en las escuelas; algo en lo que ya están trabajando investigadores del instituto IRIE, dependiente de la Universitat. Yolanda Díaz también lamentó la ausencia total de becas y ayudas y reclamó mejoras.