El estado de salud de la lengua catalana en Balears arroja varios indicadores positivos, aunque también tiene sus "claroscuros", por lo que sería necesario "un gran consenso social y político" para alcanzar la normalización real.

Así lo cree Miquel Àngel Pradilla, director de la Xarxa Cruscat, una red de grupos de investigación dependiente del Institut d'Estudis Catalans, quien presentó ayer su séptimo informe anual sobre la situación del catalán en los diferentes territorios y el contexto social, jurídico y político que afecta a una lengua que entienden 12,9 millones personas de las 13,6 que habitan en estos territorio.

Pradilla indicó que mientras el catalán en Cataluña y Andorra "tiene expectativas de normalidad" ya que "se ha asumido el multilingüismo dando prioridad a la lengua catalana"; en Balears, el catalán tiene indicadores "positivos, pero con ciertas cautelas". Entre esos claroscuros, el coordinador del informe señaló el uso que se haga de lengua y cómo afecta en ese sentido el "Dragon Kahn" o montaña rusa de cambios continuos en el que vive el catalán los últimos años debido a las acciones legislativas introducidos por la llegada del PP al Govern: "Una ofensiva sin precedentes".

Habló de la supresión del requisito de conocer el catalán para trabajar en la Administración pública, así como del intento de modelo de enseñanza plurilingüe en la que el catalán perdía su papel central al equiparse el tratamiento de las tres lenguas cuando "cada una necesita su receta" y en el caso concreto del catalán necesita "un trato especial, un refuerzo" al considerar que existen aún "trazas de minorización" ya que "la realidad sociolingüística sigue privilegiando al castellanoparlante".

En este sentido, Joan Melià, coordinador del Grup de Recerca Sociolingüística de la Universitat de les Illes Balears demostró con datos el importante papel de la escuela como elemento clave para que un porcentaje cada vez mayor de población sea competente en lengua catalana.

Así, Melià desveló que si hace 25 años que en el archipiélago 440.000 personas se reconocían como catalanoparlantes, en 2011 la cifra llegaba a los 617.000 y de esos el 40% había aprendido la lengua gracias a la escuela mientras un 60% tenía el catalán como primera lengua, aprendida en el ámbito familiar. En 1986 en cambio apenas un 8% de los catalanoparlantes habían aprendido la lengua en el colegio: "La enseñanza es un vértice fundamental", concluyeron los investigadores. Melià precisó que es difícil cuantificar los efectos del TIL, pero que confían en "el mal menor: que no se haya avanzado en la normalización".

El investigador de la UIB valoró que "el daño" de este proyecto hubiera sido peor hace 20 años, ya que ahora "la sociedad tiene experiencia y sabe que los niños aprenden catalán si tiene un peso considerable en el sistema y que no pierden el castellano". Consideró que una vez que se ha demostrado que "la escuela ha triunfado" en este sentido, será "el funcionamiento de la sociedad el que hará que los nuevos catalanoparlantes lo usen o prescindan de él".

El director de la Xarxa Cruscat rechazó el término "lengua minoritaria" para referirse al catalán y recordó que de las 6.000 lenguas que se hablan en el mundo, la catalana está "en el top 100" al tener más de 10 millones de hablantes. Por ello, indicó que el catalán se trata de "una lengua mediana" que tiene "cierto poder de atracción".