Diego Torres y su esposa Ana María Tejeiro han recibido con pesadumbre la petición de condenas formuladas contra ellos por el fiscal anticorrupción, Pedro Horrach, y la letrada de la acusación popular Manos Limpias, Virginia López Negrete. El matrimonio cree que las penas que se piden contra ellos son desproporcionadas y desorbitadas, según fuentes cercanas a la pareja catalana.

El exnúmero dos de Nóos ha luchado denodadamente durante los años de instrucción para demostrar, al menos, la inocencia de su esposa, a la que define como una simple administrativa.

El fiscal anticorrupción Pedro Horrach se ha convencido parcialmente de la inocencia de Ana María Tejeiro, a la que al principio de las pesquisas situaba como número tres de la trama.

Horrach únicamente imputa a Tejeiro un delito de blanqueo de capitales, por el que solicita una condena de 2 años de prisión y una multa de casi un millón de euros.

Anticorrupción ha descartado que la mujer de Torres tuviera un papel protagonista en el entramado Nóos y solamente le atribuye el ayudar a su marido a sacar de España los beneficios de aquellos delitos. El fiscal no da el mismo tratamiento a Diego Torres, para el que insta una condena de 16,6 años de cárcel.

Sin embargo, Manos Limpias reclama casi 20 años de cárcel para Ana María Tejeiro y 22 de privación de libertad para su esposo.

Las multas e indemnizaciones que se solicitan para los Torres-Tejeiro son así mismo millonarias. En concreto, Manos Limpias quiere que Tejeiro abone más de 5,5 millones de euros en multas.

El matrimonio barcelonés no confía en que su situación procesal cambie con ocasión del auto de apertura de juicio oral que dictará el juez Castro en breve. Su abogado, Manuel González Peeters, ya está trabajando en los escritos de defensa.