La fiscal de vigilancia penitenciaria que solicitó, y consiguió, que se anulara el tercer grado a Jaume Matas, lo que le permitía ir únicamente al centro a pernoctar, ha puesto en duda que el expresident de Balears desarrolle en estos momentos una actividad profesional. El disponer de un empleo es una de las circunstancias que se tienen en cuenta a la hora de conceder este beneficio penitenciario. Matas, que se dio de alta como trabajador autónomo pocos días antes de salir de la cárcel, afirma que desarrolla un empleo de consultor, dada su condición de licenciado en económicas. Su despacho está ubicado en el mismo domicilio de Madrid donde reside desde hace cinco años con su familia. La fiscal sospecha de que dicho empleo no existe precisamente porque este supuesto despacho de consultor está ubicado en la residencia habitual. Matas no ha presentado ningún documento que demuestre la actividad económica que genera su nuevo empleo. Únicamente aportó la resolución de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos, que se produjo el día 1 del pasado mes de septiembre.

La fiscalía también cuestionó que la dirección de la cárcel de Segovia valorara a favor del recluso para beneficiarle de este nuevo régimen penitenciario, que Jaume Matas ingresara voluntariamente en el centro y no intentara evitar el cumplimiento de la condena de nueve meses de prisión.