Ramón María Álvarez de Miranda, presidente del Tribunal de Cuentas, reconoció ayer en Palma que la situación "de la corrupción en España es muy grave". El máximo responsable del órgano de control de cuentas del Estado matizó sus palabras: "Pero la corrupción no es exclusiva de nuestro país". Álvarez de Miranda visitó ayer Palma para participar en el Congreso Nacional de Auditoría en el Sector Público, organizado por la Sindicatura de Comptes de Balears y la Fundación FIASEP.

El máximo dirigente del Tribunal de Cuentas alertó de la "debilidad" en los controles de la gestión económica de los ayuntamientos: "Desde hace años venimos advirtiendo de que las fiscalización en las administraciones locales son más débiles que en otros ámbitos del sector público. Sin duda alguna, nos está pasando factura el hecho de no haber apostado de forma más decidida en favor de los interventores municipales, reforzando su función de control económico de los municipios".

El presidente del ente de control externo del Estado aseveró que con una mayor autonomía de los interventores municipales se habrían conseguido unos mayores esfuerzos fiscalizadores de las administraciones locales

Los auditores públicos recriminan que tanto los informes que alertan de una mala práctica económica de la intervención municipal o de las sindicaturas de cuentas no son tenidos en cuenta por el poder político. En este sentido, Ramón Álvarez de Miranda recordó que "entre los cometidos del Tribunal de Cuentas no está la lucha contra la corrupción". Acto seguido aclaró sus palabras: "Nosotros, al igual que las sindicaturas de cuentas, avisamos de posibles hechos irregulares a posteriori. Tal y como apuntaba ayer Miquel Ángel Cabezas (presidente de FIASEP), nuestro trabajo con las cuentas de una administración pública es muy similar a la que realiza un forense".

En cualquier caso, Álvarez de Miranda reconoció que la situación de la corrupción en España es preocupante. Abogó por la puesta en marcha medidas. Sin embargo recordó: "Esta situación no es exclusiva de nuestro país y no debemos caer en el pesimismo, basta comparar con lo que ocurre en otros lugares de Europa".

Medidas anticorrupción

Ramón Álvarez de Miranda se mostró muy confiado con la puesta en marcha del paquete de medidas anticorrupción que el Gobierno ha anunciado. "Se trata de un mayor control sobre la financiación de los partidos políticos, una regulación más completa y un más decidido apoyo a los órganos fiscalizadores de las cuentas públicas".

El presidente del Tribunal de Cuentas se mostró especialmente esperanzado por la potestad que tendrán las sindicaturas de cuentas para poder contrastar la gestión económica de las administraciones. Lo llamó "el contraste a terceros".

Hasta el momento, los auditores públicos analizaban la información que les daban los responsables de cuentas de ayuntamientos, consells o los diferentes organismos del Govern. Era su única fuente de información para poder realizar su informe de fiscalización. En el paquete de medidas que piensa aplicar el Gobierno central, según destacó Álvarez de Miranda, figura otorgar un mayor poder a los auditores para que puedan contrastar estas cuentas con otras administraciones, como por ejemplo Hacienda, o incluso con las empresas que han tenido alguna relación con la institución auditada.

En este sentido indicó que el trabajo de los órganos de control será mucho más efectivo. No obstante, aseveró que el aumento de controles "debe ir en paralelo" a una reforma legislativa para atajar la corrupción.