­"Hay que intentar que la gente salga a la calle", defiende la presidenta de una de las dos patronales de restauración de Mallorca, Pilar Carbonell, a la hora de explicar las iniciativas que este sector y el comercio están planeando para intentar reactivar un consumo otoñal enormemente debilitado por la ausencia de turistas. La fórmula que se ha puesto sobre la mesa es bien simple: marcar jornadas especiales en la que tanto tiendas como bares y restaurantes retrasen su horario de cierre al tiempo que realizan ofertas especiales a sus clientes. Dos son las fechas que actualmente se están analizando: el próximo día 28, con motivo de la celebración del denominado ´black friday´, y el 4 de diciembre, jornada en la que se inaugurará el Tapalma, evento destinado a la promoción de las tapas.

La implantación del ´black friday´ nace de una propuesta del presidente de la zona comercial de Jaume II de Palma, Pedro Mesquida, que además ha buscado la colaboración de la patronal de restauración isleña que preside Alfonso Robledo. La propuesta que se está organizando contempla que las tiendas del centro de la ciudad se mantengan abiertas lasta las 11 o las 12 de la noche, con descuentos (se apunta que en algún establecimiento pueden ser del 30%, muy similares a las que se fijan para el inicio de rebajas, aunque en este caso solo durante unas horas) y otras atenciones al cliente.

Durante ese horario nocturno, se pretende que los bares de las inmediaciones mantengan su actividad, con el objetivo de favorecer el que los consumidores salgan de noche para realizar compras al tiempo que se puede consumir alguna bebida.

Hay que recordar que un gran establecimiento de la isla ha celebrado ya en años anteriores el denominado ´black friday´, abriendo de madrugada y con ofertas especiales, con notable éxito. Esta costumbre se ha importado de Estados Unidos, donde se celebra el cuarto viernes de noviembre, tras Acción de Gracias, en una jornada en la que su comercio realiza fuertes descuentos y se adelantan las compras navideñas.

A su vez, Pilar Carbonell está negociando con la patronal de comercio Pimeco, que preside Bernat Coll, una jornada similar para el día 4 de diciembre, fecha inaugural de Tapalma, en la que se busca que también los comerciantes retrasen su horario de cierre y ofrezcan a sus clientes vales para poder consumir tapas de forma gratuita. La idea es que también se sume a esta iniciativa otra de las patronales comerciales, Afedeco, que lidera Pau Bellinfante.

En ambos casos se quiere dar continuidad a estas iniciativas en próximos años, con el fin de que marquen el inicio de la campaña navideña, que según recuerda Carbonell, se caracteriza por un incremento del consumo en el comercio y la restauración.

Intento de elevar las ventas

Nadie oculta que estas propuestas buscan reactivar un consumo que desde que se cerró la temporada turística a finales de octubre está en niveles mínimos. Porque hasta ese momento, los saldos que presentan ambos sectores han sido dispares. Tal y como destaca Robledo, las altas temperaturas que se han registrado en Balears hasta hace muy pocas fechas han favorecido notablemente a su sector al permitir el consumo en las terrazas, un elemento clave para mejorar las cajas.

Pero los efectos para el comercio de moda han sido los opuestos. Con un ´verano´ que se ha prolongado hasta principios de noviembre, las ventas de prendas de abrigo han sido mínimas, lo que está haciendo que los estantes de las tiendas estén llenos y comience a existir un cierto nerviosismo entre los empresarios del ramo.

Ahí radica precisamente la preocupación de los presidentes de las patronales de comercio Afedeco y Pimeco, Pau Bellinfante y Bernat Coll respectivamente, ante la posibilidad de que los establecimientos comiencen a poner los carteles de rebajas incluso antes del 25 de diciembre, dado que éstas están liberalizadas. La opinión de ambos es la misma: sería un error reducir los márgenes de beneficio tan pronto, por cuando éstos son los que deben de permitir financiar la adquisición de nuevo material para la próxima campaña de primavera.

Por ello, tanto Coll como Bellinfante coinciden en solicitar a todas las tiendas que esperen para iniciar la campaña invernal de descuentos al 7 de enero, fecha que marca el pistoletazo de salida de las rebajas para la mayoría de las grandes superficies.

En concreto, Bernat Coll consideró que la aplicación de descuentos en noviembre resulta muy prematura, y aunque defendió la moderación de precios en un momento en el que el gasto de las familias se ha recortado sustancialmente, insistió en que los comerciantes deben de mantener un margen de beneficios suficiente como para hacer frente a la tradicional caída de ventas tras las primeras semanas de rebajas y que se suele prolongar durante todo febrero.

Sin embargo, desde el sector no se oculta que va a ser la evolución de la demanda a lo largo de las próximas semanas la que va a marcarla tendencia, y se recuerda que si no hay ventas, es necesario buscar fórmulas para atraer a los posibles clientes.

En este sentido, Pedro Mesquida reconoce que la tendencia a partir de la segunda mitad de diciembre la marcará el número de establecimientos que opten por respetar el inicio de rebajas clásico del 7 de enero, ya que si una parte significativa del sector opta por aplicar descuentos antes, la necesidad de competir hará que el resto se vayan sumando a esta estrategia.