La acusación popular que representa el sindicato Manos Limpias tiene previsto solicitar la pena máxima que contempla el delito fiscal contra la Infanta Cristina. Una pena cuya horquilla se sitúa entre los cinco y diez años de prisión por lo que, en el caso hipotético de que se aceptara, la acusación pretende que la hermana del Rey ingrese en prisión. Sin embargo, en medios jurídicos próximos al caso se coincide en que no será fácil condenar a Cristina de Borbón con la oposición de Hacienda y de la fiscalía y que, si fuera sancionada, nunca se le impondría una pena que la obligara a entrar en la cárcel.

Precisamente, ayer el juez José Castro comunicó a las acusaciones que disponen de un plazo de diez días para presentar los escritos, en los que se determinen los delitos y las sanciones que solicitan contra cada uno de los acusados. Ni el fiscal Anticorrupción, ni tampoco la abogacía del Estado, van a modificar su criterio y no tienen ninguna intención de presentar cargos contra la duquesa de Palma, a pesar de que la Audiencia ha ratificado que existen indicios de que pudo cometer dos delitos fiscales, no como autora, pero sí como cómplice.

Quién sí tiene decidido acusar es la letrada Virginia López Negrete. La abogada de Manos Limpias ha sido la más insistente en implicar a la infanta Cristina en la trama Nóos y finalmente la Audiencia de Palma le ha dado parcialmente la razón en cuanto al delito fiscal, no así sobre el blanqueo de capitales, en el que ha sido exculpada.

La acusación popular se plantea acusar a la mujer de Urdangarin de un delito fiscal continuado. Y no tiene previsto aplicarle ninguna atenuante, como insinuaba el auto de la Audiencia. De hecho, en estos momentos se decanta por reclamarle la pena en su grado superior, que va desde los cinco a los diez años de prisión.

Manos Limpias rechaza la posibilidad de solicitar una nueva declaración de Iñaki Urdangarin, pese a que la Audiencia le imputa un delito de blanqueo, que no fue recogido por el auto del juez Castro. El tribunal extiende esta acusación a Diego Torres y a su mujer. López Negrete entiende que ya se le ha interrogado sobre este asunto a Urdangarin en las dos veces que ha declarado en Palma y que el blanqueo de capitales es una calificación jurídica, no es un hecho nuevo.

Por otra parte, la Infanta viajó ayer a Barcelona, procedente de Suiza, para reunirse con su equipo de abogados para establecer la estrategia a seguir tras el auto de la Audiencia de Palma. Cristina de Borbón fue recibida por Miquel Roca y Jesús Silva para perfilar la nueva línea de defensa. Urdangarin también asistió.