La fina frontera que separa un lenguaje coloquial de expresiones que rozan la falta de respeto no es difícil de cruzar cuando los tuyos te aplauden permanentemente la gracia. El conseller Biel Company ha tenido a lo largo de la legislatura algunas intervenciones en el Parlament aliñadas con expresiones más propias de ámbitos privados, permanentemente justificadas por sus compañeros del PP como propias de un supuesto carácter "llano" y recibidas entre risas en la bancada popular. El pasado martes, Company cruzó en el pleno del Parlament una de esas líneas al contestar a la socialista Pilar Costa cuando ésta acusó al Govern de inactividad para frenar los proyectos de prospecciones. El titular de Agricultura y Medio Ambiente dedicó a Costa una andanada que acabó con el comentario de que esperaba que, igual que ahora le critica, le diera "un besito" si al final la declaración de impacto ambiental de los proyectos de sondeos en aguas de Balears es negativa.

El comentario dejó paralizados a los diputados de la oposición que, acostumbrados al estilo de Company, ese que los populares definen como "llano", no reaccionaron para pedir la palabra para protestar. A la presidenta del Parlament, Marga Durán, tampoco le pareció tan mal como para intervenir y llamar la atención al conseller. Ayer, los socialistas sí reaccionaron utilizando las vías oficiales: La presentación de un escrito dirigido a la presidenta del Parlament en la que muestran su hartazgo por los términos "despectivos" que utiliza habitualmente Company con la oposición, dentro de una "manera de actuar impregnada de matices sexistas a la que por desgracia nos tiene acostumbrados el señor conseller".

Además, el PSIB considera que la presidenta de la Cámara hizo una dejación de sus funciones "al no proteger el decoro y la dignidad del Parlament permitiendo intervenciones tan groseras y menospreciadoras, alejadas del nivel mínimo que ha de darse en el Parlament".

Por ello, piden formalmente a Durán que impida que "actuaciones de tan escasa dignidad por parte de miembros del Govern vuelvan a repetirse con total impunidad" y que, además, haga llegar una queja formal en nombre del Parlament al Govern exigiendo a los consellers que "se comporten en la Cámara autonómica con el debido respeto a los representantes de los ciudadanos".

Al terminar la Junta de Portavoces del Parlament, donde el PSIB presentó la queja, la portavoz parlamentaria popular, Mabel Cabrer, intentó minimizar las palabras de Company afirmando que "bajo ningún concepto" hubo "intención de insulto de tipo sexista". A su juicio, la demostración es que Costa no pidió la palabra para quejarse, por lo que "no se sintió aludida" por las expresiones del conseller. Añadió que "nadie lo percibió" como palabras machistas. Al ser preguntada por si a ella le hubiera gustado que un miembro del Govern le contestara como hizo Company con Costa, Cabrer aludió de nuevo a la "manera de ser" del conseller y a que "no hay que sacar las cosas" de contexto.

Además igualó la utilización de estas expresiones con los abucheos y comentarios de la oposición cuando interviene el Govern, en especial el president José Ramón Bauzá, algo que según dijo también criticó la presidenta del Parlament en la Junta de Portavoces ante la queja del PSIB. "No son un ejemplo de decoro", ironizó Cabrer en referencia a los socialistas.

El portavoz adjunto socialista, Vicenç Thomàs, explicó que Durán había justificado su no intervención en que Costa no se quejó. Sin embargo, Thomàs recordó que la presidenta del Parlament debe velar por el "decoro y la dignidad" de los diputados y de la Cámara como institución. "Lo que dijo Company a Costa nunca se lo diría a un hombre", resaltó Thomás. El portavoz de Més, Biel Barceló, se expresó en el mismo sentido: "A Company no se le hubiera ocurrido hablar así a un diputado como lo hizo con una diputada". Ahora, Durán deberá responder formalmente al escrito de queja del PSIB.