Satisfacción generalizada. Esa es la sensación que impera entre las patronales y las Administraciones isleñas ante la desaparición a partir del sábado de la exigencia de viajar con el certificado de residencia si se pretendía acceder al descuento del 50% que beneficia a los habitantes del archipiélago. En el caso de las empresas, se valora la supresión de incomodidades para sus clientes y la reducción de burocracia en la aplicación del descuento, mientras que desde el Ayuntamiento de Palma no se oculta que se elimina una condición que solo suponía dar más trabajo a los funcionarios sin que con ello se obtuviera ningún ingreso significativo.

El presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (Aeca), Felipe Navío, y el director de Air Berlín en España, Paul Verhagen, valoraron la retirada de esa exigencia por parte del ministerio de Fomento, al suprimirse un obstáculo para acceder a los descuentos de residencia que afectaba tanto a empresas como a clientes, y destacaron que las compañías aéreas llevan meses haciendo pruebas con el sistema de acreditación automático, denominado SARA, que posibilita la identificación del residente a través de su DNI.

En opinión de Paul Verhagen, estos test realizados permiten confiar en que el funcionamiento de dicho sistema será correcto. Sin embargo, Felipe Navío se suma a la opinión de la presidenta de la asociación de agencias de viajes de las islas (Aviba), Sylvia Riera, al recomendar que durante los primeros días se siga llevando encima el certificado, hasta haber comprobado que esta nueva vía de acreditación de la residencia funciona correctamente. Navío consideró que nada indica que esos fallos vayan a producirse, pero insistió en que al tratarse de una fórmula nueva, es preferible actuar con prudencia los primeros días.

Hay que recordar que el Ministerio de Fomento comunicó esta semana que a partir del 1 de noviembre deja de ser necesario viajar con el certificado encima, tras algo más de dos años aplicando esta condición.

El teniente de alcalde de Hacienda del Consistorio palmesano, Julio Martínez, es otro de los que se felicitan por la desaparición de la exigencia del certificado, al suponer de un obstáculo menos para que los isleños puedan viajar disfrutando del correspondiente descuento en sus billetes de avión o barco, pero muy especialmente al suprimir una actividad que no comportaba ventajas para Cort.

Al respecto, recordó que el certificado puede obtenerse en Palma de forma gratuita si se baja por internet, mientras que si se acude a una oficina municipal se reclama el pago de 1,3 euros. Martínez señaló que los ingresos conseguidos están siendo mínimos para el presupuesto municipal (apunta que solo suponían unos pocos miles de euros), y por contra obliga a tener a funcionarios desempeñando esta actividad, por lo que la emisión del certificado supone más un problema que una ventaja. Por ello, opinó que todos los municipios estarán encantados de evitarse este trabajo.

Desde las entidades financieras que los emitían a través de sus cajeros el certificado se destaca que el cobro de 1,3 euros se destinaba a Cort y que era un servicio más para sus clientes.