La Audiencia Nacional ha confirmado dos multas impuestas por la Comisión Nacional del Servicio Postal a la empresa Easy Post, por vender en Balears, y en otras regiones turísticas, unas pegatinas prefranqueo de cartas y tarjetas postales que confunden a los adquirientes. Muchos de estos envíos no son distribuidos por Easy Post, acaban en los buzones ordinarios y Correos es la encargada de llevarlos a destino gratuitamente.

Easy Post inició su andadura gracias a la liberación de los servicios postales en España, que entró en vigor en enero del 2011. Pronto sus actividades colisionaron con Correos, que es una sociedad estatal encargada de prestar el servicio postal universal en España.

Easy Post opera en zonas turísticas españolas, a través de una red comercial constituida por hoteles, bazares, supermercados, etc, y comercializa unas etiquetas prepago para franquear cartas y tarjetas postales, en su mayor parte internacionales.

El problema es que decenas de miles de envíos con pegatinas de Easy Post acaban en los buzones de Correos, que se ve obligada a llevarlos a su destino sin cobrar nada por ello.

La empresa estatal ha denunciado en varias ocasiones a Easy Post ante la Comisión Nacional del Sector Postal, que ha impuesto multas a la compañía privada. Las confirmadas ahora ascienden a 80.000 y 150.000 euros.

En los tres primeros meses de 2012 fueron echadas en los buzones de Correos nada menos que 255.213 cartas con el franqueo pagado a la competencia y sin los sellos oficiales. Un año antes los envíos irregulares canalizados por el Estado ascendieron a casi 541.000. La Comisión Nacional del Sector Postal declaró a la empresa demandante responsable de dos infracciones muy graves.

Según la comisión, la compañía sancionada vende sus etiquetas sin informar a los turistas de "que su utilización únicamente acredita el pago de los servicios postales del operador que las ha emitido, pero que, en ningún caso, tendrían efecto liberatorio frente a Correos cuando las depositan en sus buzones".

El organismo supervisor del servicio postal trató de frenar el abuso de Easy Post adoptando una serie de medidas cautelares, como la incautación de las pegatinas prepago de sus almacenes y la prohibición de su venta. La sentencia revela que esas actuaciones fueron infructuosas, puesto que siguieron llegando a los buzones de Correos tarjetas y cartas con esas etiquetas.

La compañía multada trató de defenderse alegando que en los puntos de venta hay folletos escritos en 12 idiomas y donde se informa de la forma de remitir las tarjetas.

La comisión le respondió afirmando que eso no era suficiente y poniendo en duda de que con su red privada pueda cumplir con los plazos de entrega de cartas y tarjetas, que sí respeta Correos.

El fallo judicial ratifica la corrección de las dos multas.