Balears no va a ver mejorado su sistema de financiación autonómica, al menos durante el próximo año, según reconoció ayer en Palma el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, ante un foro compuesto por empresarios isleños y miembros del Ejecutivo autonómico. Porque según el representante de la Administración central, el Gobierno del PP considera que en estos momentos no se dan las condiciones políticas y económicas necesarias para poder afrontar una reforma del modelo actual, al tiempo que se considera que la prioridad es otra: elevar el poder adquisitivo de las familias a través de la reforma fiscal.

Ferre realizó estas advertencias durante el desayuno organizado por la Federación Hotelera de Mallorca, al que asistieron dirigentes de la mayoría de los sectores económicos de las islas (además de representantes de las empresas de alojamiento estaban constructores, grandes cadenas comerciales, restauradores y empresas náuticas, por citar algunos ejemplos) y varios consellers, como los de Hacienda, Economía o Turismo.

El hecho de que el Gobierno cierre de momento la puerta a una mejora en la financiación balear, a lo que se suma el que para 2015 las islas van a recibir la menor inversión estatal por habitante de España, sentó como un jarro de agua fría a los asistentes. En este sentido, el presidente de la asociación agraria Asaja, Tomás Cortés, llegó a calificar a Balears de "islas desafortunadas" y expuso el hartazgo que genera el que a "Extremadura se le da jamón y a Balears mortadela en la sanidad o en la educación". El presidente del Cercle d'Economia, Andreu Rotger, expuso igualmente que la mejora de la financiación es una reivindicación del conjunto de la sociedad balear, y reclamó aunque fuera solo "un gesto" para comprobar que el Gobierno de Mariano Rajoy es consciente de este problema.

El propio presidente de los hoteleros, Aurelio Vázquez, recurrió al ejemplo anterior al esgrimir que cada extremeño vaya a recibir durante el próximo año una media de 700 euros en inversiones del Estado, mientras que los baleares se van a tener que conformar con 125 euros, el importe más bajo de toda España. En relación a la atención que se presta a otras autonomías, Vázquez llegó a reprochar a Ferre que "lo peor en España es sentirse español, porque así no te hacen ni caso y los demás van siempre por delante".

Sin embargo, el secretario de Estado no modificó un ápice su discurso pese a la insistencia en las reivindicaciones isleñas, y defendió en este momento no se dan las condiciones para que se acepte por todos una reforma que podría suponer que algunas zonas de España vean reducidos su ingresos para que mejoren los de otras. Y hasta que no haya un cambio en las condiciones políticas y económicas, no habrá nuevo modelo de financiación. Textualmente, "no es el momento para abrir este melón". Como maniobra defensiva, recordó que el PP no votó a favor del sistema actualmente en vigor, cuya elaboración es de paternidad socialista.

La vicepresidenta de la federación hotelera, Inma de Benito, también hizo su aportación, al cuestionar las fuertes inversiones que se hacen en la península en materia, por ejemplo, de ferrocarril de alta velocidad, y las escasas que reciben los puertos y aeropuertos de Balears, aunque en este caso el secretario de Estado se escudó en que lo que el Gobierno actual hace es cumplir con los pagos comprometidos en el AVE, y consideró que en el futuro las prioridades podrían ser otras y más beneficiosas para el archipiélago.

El presidente de los constructores isleños, Eduardo López, se sumó a estas voces al reivindicar una mayor inversión estatal para la mejora de infraestructuras isleñas, y afirmó que la estación marítima en el puerto de Palma "da risa" pese a ser el segundo de España en la llegada de cruceros.